Ocurre que, a pesar de ello, gusta pensar por sí mismo. Vamos, que es un tipo poco disciplinado, que no duró mucho en el sector público ni en el Moncloa. Taguas ha dicho que hay que reducir los impuestos laborales y subir el IVA, O sea, con todo respeto, don David, lo que Hispanidad lleva repitiendo desde que comenzó la crisis: la deflación es el momento ideal para sustituir cuotas por IVA.
Y qué curioso: lo mismo le solicita al Gobierno el ex ministro socialista y actual presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro, quien pide exactamente eso: en épocas de paro creciente, la derecha solicita rebajar los impuestos, la izquierda más razonable no habla de reducir, pero sí de equilibrar: ponerlo fácil al contratador y no más difícil al consumidor.
Pero la vicepresidenta, Elena Salgado, no dice esta boca es mía. En cualquier caso, alude a nuevas subidas de impuestos, algo especialmente tonto, por cuanto no es posible apretarle más las clavijas al español, so riesgo de que se dispare el fraude.
Y sí, si es posible modificar el IVA. La política fiscal de Bruselas se guía por el consenso, pero no se trata de un consenso normativo. Además, en tiempos de crisis, cada Estado puede permitirse cierta licencia. Especialmente, el Estado líder en desempleo en la Unión Europea, llamado España.
Eulogio López
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