Los nacionalistas de Artur Mas vetan los Presupuestos Generales del Estado en el Senado

Su sorpresiva maniobra consigue lo increíble: sacar a Solbes de sus casillas. Mas está convencido de que no será presidente de la Generalitat si no se alía con los independentistas y plantea una moción de censura a Montilla. Eso sí, deberá esperar a las Elecciones Generales, si no quiere arriesgarse a una convocatoria anticipada del PSC.
Gran sorpresa allá donde nunca pasa nada sorprendente, en el Senado: en la mañana del lunes los nacionalistas de CIU vetaban, no ya los Presupuestos Generales del Estado en general, sino el capítulo de Vivienda en particular. Según sus representantes, este apartado no respeta el marco estatutario. Al parecer, el resto de los capítulos sí son muy respetuosos. Por pura causalidad, resulta que la ministra del ramo vetado, Carme Chacón, es el nuevo líder de Zapatero en Cataluña.

La andanada convergente tiene otro significado. Como ya informara Hispanidad Artur Mas está convencido de que nunca será presidente de la Generalitat si no rompe el Tripartito. Por eso, está dispuesto a lo que siempre se negó: una alianza con los independentistas de ERC, para formar un Gobierno nacionalista en Cataluña, con la única condición de que él, Artur Mas, lo presida. Las negociaciones entre CIU y ERC ya han concluido y esto se concretará en una moción de censura en el Parlament, para expulsar a Montilla. Ambas formaciones poseen mayoría absoluta y ni tan siquiera necesitan contar con IC Verds.

Ahora bien, hay que ir paso a paso. Por ahora no es bueno plantear dicha moción, ni tan siquiera negociar con Carod, por dos razones: no lo admiten sus socios democristianos de UDC, pues Durán Lleida no mira hacia Cataluña, sino hacia España y, lo que es más importante: si se planteara ahora la alternativa, José Montilla correría a convocar elecciones anticipadas, haciéndolas coincidir, como los andaluces, con las Generales del 9 de marzo. No es ningún secreto que los catalanes votan más socialistas en las generales que en las regionales, donde se vuelven más nacionalistas. 

En cualquier caso, la escenificación del divorcio ZP-Más ha comenzado donde nadie se lo esperaba: con un veto parcial -casi una contradicción in terminis- a un proyecto de PGE, en el Senado, una cámara que ahora sabemos sirve para algo.