El Ejecutivo Bachelet tiene como objetivo seguir exactamente la misma agenda que el gobierno Zapatero. Los mismos progres en diferentes latitudes. El primer paso fue la dispensación de la píldora del día después. Una decisión que provocó una gran reacción social.

Pero ahora el gobierno trabaja por la despenalización del aborto provocado por motivos terapéuticos. Es decir, el mismo agujero por el que se cuelan el 97% de los abortos en España: peligro para la salud física y psíquica de la madre. La realidad es que si existe incompatibilidad con la vida de la madre (casos raros) el médico hará lo que pueda para salvar ambas vidas. Pero si existe inestabilidad psicológica, el aborto es una puntilla segura que garantiza la depresión, ansiedad, trastorno en el comportamiento sexual, etc.

Además, el parlamento chileno rechazó el pasado noviembre un proyecto de ley que buscaba la despenalización del aborto bajo el argumento de que vulneraba el mandato constitucional sobre la protección de la vida. La resolución en contra del proyecto, presentada por el presidente de la Cámara de Diputados, el socialdemócrata Antonio Leal, fue refrendada por 61 parlamentarios, frente a 21 que votaron en contra y tres que se abstuvieron. Leal cree que el proyecto de ley "vulnera claramente el mandato de proteger la vida del que está por nacer". El presidente de la Cámara ha señalado que antes de la discusión de un proyecto de esta naturaleza se requeriría reforma constitucional.

Pero los proabortistas insisten. Y en esta estrategia, lo primero hay sido colgar una encuesta en la página web del Senado chileno preguntando sobre la posición ante la despenalización del aborto terapéutico. Apenas llevan 1000 votos, pero el 75% se muestra a favor. Puede votar aquí abajo a la derecha.