A Michelle Bachelet (en la imagen), presidenta de Chile, se le ha recibido en España como a una heroína. El PP es así de galante. Ella se ha encargado de dejar claro que Chile es un país con seguridad jurídica, no como otros, dentro de esa corriente tan chilena que asegura que ellos no forman parte de Hispanoamérica, una tierra tramposa donde no se cumple la palabra dada. Pues les guste o no, los chilenos son hispanos, como lo somos los españoles y los bolivianos.

Las cosas no suceden porque sí. Bachelet viene de ONU Mujeres, ese centro mundial de la ideología de género, que ha generado la batalla más estúpida que libra la humanidad: hombres contra mujeres, media humanidad contra la otra medida. Por cierto, el gran financiador de ONU Mujeres fue España, para que el señor Zapatero pudiera colocar ahí a sus ministras, por ejemplo a Bibiana Aído.

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