Tras el apoyo de Lula, ahora recibe el de Fidel Castro, que se había mantenido casi neutral

Este jueves, el presidente de Brasil criticaba al Rey y argumentaba que en Venezuela existe democracia. Fidel Castro se ha sumado a los apoyos recibidos por Chávez en Iberoamérica. Ya en su primer artículo sobre la cumbre en el diario Granma, el dictador cubano definió el encuentro como "Waterloo ideológico" y calificó de "abrupta" la intervención del Rey. Pero una simple defensa le ha sabido a poco y este jueves, precisamente bajo el título de "Waterloo ideológico", Castro repartía los insultos: los suaves para Zapatero, cuya intervención considera "inoportuna", los duros para "las conductas y los métodos genocidas del imperio" y para Aznar y su "alma celestina".

Mientras, el Gobierno continúa con su "diplomacia callada". Moratinos se avergüenza de la conducta del Rey, no quiere hacer gestos y prepara la visita del ministro de Exteriores cubano, Pérez Roque, para finales de este mes.