El PP denuncia que los referendums ilegales de Cataluña abren la puerta a nuevas ilegalidades

Mucho ha subido de tono la sesión de control de este miércoles. El vicepresidente tercero ha terminado acusando al PP de iniciar la senda de la ilegalidad con una recogida de firmas en contra del Estatut. Por supuesto, ha aprovechado para censurar de catalanofobia al PP. Mucho. Porque para el Gobierno resulta que es más grave que el PP realice una recogida de firmas a que los independentistas organicen 167 referéndums ilegales.

En todo caso, a la fuerza ahorcan. Porque como denuncia la diputada del PP por Barcelona, Dolors Nadal, haber permitido esta ilegalidad abre la puerta a nuevas ilegalidades. Por parte de Chaves, insiste en que no hay ilegalidad, que los referendums son intrascendentes jurídicamente y por lo tanto, no son vinculantes y que además, han sido convocados por grupos minoritarios y mal avenidos. Sea. Pero como denuncia Nadal, quien calla, otorga. Por lo tanto, concluye Nadal, se trata de un ejercicio de aventurismo político de elevado coste en términos de confianza; no es sólo pirotecnia de propaganda política.