Recurre a una ronda de diálogo entre las fuerzas políticas

 

El Gobierno no acaba de encajar los abucheos y los pitidos durante el desfile de la Hispanidad. Primero acusó a la ultraderecha (más numerosa de lo que pudiera pensarse) y después anunció un protocolo para evitar que la situación se repitiera.

Sin embargo, los grupos políticos se le echaron encima advirtiendo de que no se puede cercenar la libertad de expresión de los ciudadanos en una de las pocas ocasiones en las que el presidente sale a la calle. Ante el rechazo, el Gobierno ha decidido abrir una ronda con las fuerzas políticas. Como ya es habitual, De la Vega hacía de la necesidad virtud y señalaba que el Gobierno siempre escucha y que en ningún caso se trata de censurar, sino de hacer que la fiesta de todos no se convierta en la fiesta de unos pocos.

La vicepresidenta primera no ha perdido la ocasión de recordar que el pasado año también el líder de la oposición tuvo ocasión de ejercer esa libertad de expresión. Hace justo un año, un micrófono abierto permitió escuchar a Rajoy diciendo que tenía que ir al coñazo del desfile.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com