Sólo hay un problema; nadie quiere comprarlo. Hasta los fondos de capital-riesgo Parmira y CVC lo estudiaron y lo rechazaron

No lo duden: el monopolio de la TV de pago por satélite, es decir Digital está en venta. El consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián ya ni se molesta en ocultarlo, y el presidente Ignacio Polanco anula las últimas resistencias de su primo Polanquín -Javier Díez Polanco-, responsable de la división audiovisual del Grupo y que jamás se ha entendido con Cebrián. Ni se ha entendido ni ha logrado echarle, porque el socio eterno del fallecido Jesús Polanco, Pancho Pérez González, ha recogido el testigo de Jesús Polanco y se ha negado a despedir a Janli Cebrián, sabedor de que eso provocaría una crisis entre la nueva y la vieja guardia. Ahora lo que urge es plantar cara al grupo Zapatista de Imagina-La Sexta y, sobre todo, abordar la pavorosa deuda acumulada, así como vender el negocio de la TV de pago, por el que tanto se luchó y que ahora no funciona… ni en régimen de monopolio.

Polanquín sigue confiando en el -recurrido- acuerdo con Telefónica-Imagenio, favorable a PRISA, pero la terapia puede no ser suficiente para levantar a algo que es un cadáver.

Ahora bien, tampoco está claro que Cebrián se salga con al suya, por la sencilla razón de que nadie quiere Digital . No lo quiere Rupert Murdoch, el rey de la TV de pago en el mundo que busca ahora cambiar el satélite por el cable del teléfono, y al que interesa más Hispanoamérica que Europa. Lo que Murdoch quiere es el Imagenio de Telefónica.

Otro posible comprador, Planeta, no quiere saber nada de ese negocio. Ahora toca TV en abierto. Además, bastante complicado tiene ya su grupo mediático el catalán.

Cebrián también ha recurrido a grupos de capital-riesgo, especialista en depredar cualquier tipo de empresa, tenga futuro o no. Pero ni CVC ni Parmira, que estudiaron el negocio, consideran a Digital troceable.