Jornada tensa la del sábado 12 de noviembre. Pocas horas antes de que se celebrara la macromanifestación en defensa de la libertad educativa, el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid celebraba su Asamblea anual. Se trataba, entre otras cosas, de elegir nueva junta directiva. La novedad, este año, es que las izquierdas sumaron a las asociaciones afines a las dos principales centrales sindicales. De hecho el representante de CCOO, Juan Martínez García, será el presidente y la representante de UGT, Marta Robledo Julián, su tesorera. Un reparto de poder en toda regla.

Pero lo más interesante vino en el turno de debate de las resoluciones. La izquierda recela de estos mecanismos, más que nada porque empezaron a utilizarlo asociaciones que no controlaban. Así que esta vez decidieron dejar el debate para el sábado anterior, 5 de noviembre. Curiosamente, a la reunión del 5 no acudió nadie. De esta manera se eliminaba el debate. ¿A que está bien la estrategia? Así que el 12 lo que se hizo fue votar las 20 resoluciones en un único papel. Eso sí, una por una. Es lo que se llama diálogo.

Pero hay más. En el turno de preguntas, la representante de Rosa Que te Quiero Rosa (sí, es un nombre de asociación, lesbiánica, para más señas) señaló que eso del pluralismo era muy discutible. Vamos, que quien ose discutir la homosexualidad, tendrá un futuro dudoso. Y es que el Consejo de la Juventud ha aprobado un reglamento que permitirá expulsar a aquellas asociaciones que no sean suficientemente tolerantes o que no demuestren suficiente actividad. Una verdadera espada de Damocles para eliminar a todas aquellas asociaciones que no comulguen con el ideario progre-homosexual del Consejo. Puro pluralismo. ¿Qué opinará de esto el director general de Juventud de la Comunidad de Madrid, Antonio González Terol?

Por supuesto, todas las resoluciones presentadas por Ius Vitae, Nasciturus, FEM y Justicia y Libertad fueron rechazadas. Incluso aquella que criticaba el abaratamiento del despido y el trabajo digno. Al enemigo, ni agua. Además, el Consejo se mostró en contra de las ayudas a la familia, y de las mujeres con embarazos inesperados que quieran seguir adelante con su embarazo. Se mostraron a favor de la eutanasia de los bebés, y en contra de la objeción de conciencia de las bodas gays. Aplaudieron la poligamia modelo holandés y se mostraron contrarios a respetar a la Iglesia católica. Por supuesto, se mostraron a favor del honoris causa a Santiago Carrillo y en contra del respeto de los derechos humanos en países como Cuba, Venezuela o China. Además, se mostraron favorables a la legalización de las drogas, rechazaron el esclarecimiento del 11-M y se mostraron a favor de la LOE. Todo un repaso de los dogmas de lo políticamente correcto, versión juventud.