Sr. Director:
El día 13 del corriente está previsto, en más de 160 municipios catalanes, un "referéndum" sobre la independencia de Cataluña.

 

Todos son conscientes de la nula validez legal de tal consulta.

Cuando los jóvenes de mi época abandonábamos la infancia y no adentrábamos en la adolescencia paulatinamente íbamos arrinconando los juegos infantiles para emular a los de los mayores. Recuerdo abandonar el Monopoli, pero no en su totalidad, pues los billetes los utilizábamos para hacer apuestas en un incipiente póquer.

Ya se pueden imaginar con qué arrojo y generosidad se hacían las apuestas y las nulas repercusiones que tenían, sobre todo, para el perdedor. Es importante reseñar que estos primeros juegos de cartas se hacían sin el conocimiento de nuestros padres.

¡Qué diferencia a cuando jugué por vez primera con dinero cierto y verdadero! Si les digo que ni acordarme quiero. Desde aquella ocasión nunca jamás volví a participar en tan serio juego. Podrán deducir el ruinoso resultado de aquella  verdadera partida.

Desde estas humildes líneas a estos aprendices  independentistas les insto a que, de esta manera, ya pueden seguir la famosa frase:

¡Hagan juego señores, hagan juego! Por cierto en esta ocasión los padres de la patria se han puesto de perfil y silban y silban...

Manuel Villena Lázaro