• Para después del 25 de mayo y para antes del 11 de septiembre.
  • Artur Mas prescindiría de ERC y no plantearía elecciones hasta final de la legislatura.
  • El problema es cómo suprimir el referéndum.
  • La Casa Real, Felipe González y Jordi Pujol trabajan para lograr ese acuerdo a tres bandas.
  • El modelo federal alemán se considera el más adecuado: muchas competencias económicas y pocas políticas.
  • Ojo, sólo para Cataluña, que Rajoy ya ha dicho que no quiere modificar la Constitución hacia una España federal.
  • Y hay que desactivar al Tribunal Constitucional como garante último de la unidad de España.
  • Y en el entretanto, hasta las europeas, palo va y palo viene entre Barcelona y Madrid.
  • Un convencimiento general: el movimiento ácrata de los indignados preocupa más que el nacionalismo catalán... también a Artur Mas.

No se dejen negar por las subidas de tono de los políticos concernidos por el 'problema catalán'. Hasta las elecciones europeas del 25 de mayo seguirá el varapalo entre Madrid y Barcelona, pero luego se apresurarán a firmar un acuerdo antes de la Diada (11 de septiembre). Un acuerdo que pasa por un pacto entre tres partidos: CiU, PSOE y PP.

Acuerdo que será fundamentalmente económico, incluso con algún toque político de federalismo para la autonomía catalana, que podría conllevar una reforma, esta vez con apoyo del PP, del Estatut. Del Estatut, no de la Constitución. Rajoy ya ha dicho que el texto constitucional no se toca. Y Rubalcaba también tendrá que renunciar a la tontuna de la España federal. Primero, porque España ya es federal, y segundo, porque Cataluña sí, pero el resto de España no quiere federalismo.

El modelo en el que se piensa es el alemán, un país federal cuyas regiones, los 'lander', tienen mucha autonomía económica y poco política.

El problema es cómo renunciar al referéndum, algo que sólo podría lograrse si CiU transmite al soberanismo catalán que con el acuerdo ya se dan por contentos, con las cesiones de Madrid y con un cambio estatutario y fiscal.

No es que el acuerdo se haya logrado ni esté en su recta final. Hasta ahora, de lo que se han convencido unos y otros es que el acuerdo resulta ineludible porque "así no se puede seguir".

No vale el esquema federal de Rubalcaba, pero sí una especie de federalismo a la carta que equiparara a Cataluña con Navarra y el País Vasco en materia económica.

La Zarzuela, el ex presidente catalán Jordi Pujol y el ex presidente español Felipe González trabajan en la misma línea, aunque, al final, los personajes de este drama, a veces con tintes de comedia, son tres: Rajoy, Rubalcaba y Mas (en la imagen). Lo que resulta básico es el acuerdo entre las tres formaciones.

¿Y ERC Los republicanos catalanes se quedarían fuera, claro está. El acuerdo tiene su vertiente nacional y su vertiente autonómica. Así, en Cataluña, sin convocar elecciones ni convocar referéndum, se llegaría a una alianza parlamentaria entre el PP catalán, PSC y Más. Y los disidentes del PSC que se olviden de su futuro.

Se trata de llegar al 9 de noviembre con un referéndum desactivado, no por Madrid, sino por la Generalitat.

Y hablando de desactivar, también habría que desactivar al Tribunal Constitucional, que a pesar de su última resolución, esa que ha hecho exclamar a la prensa catalana que le han robado la soberanía a Cataluña, ya está en una línea más moderada que la sentencia sobre el Estatut.

Ya saben: después del 25 de mayo y antes del 11 de septiembre.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com