¡Qué buena idea! Francesc Homs (en la imagen), el portavoz de la Generalitat habla ahora de elecciones plebiscitarias con la presentación de una lista-país para convertir los tales comicios en el referéndum independentista prohibido.

Ojo, que ayer martes la nueva ocurrencia era la consulta no oficial en los centros de la oficial Generalitat. Como eso tampoco es posible, ni tan siquiera probable, ahora resulta que se pretenden unas hasta anteayer negadas elecciones plebiscitarias a las que se presentaría una lista-país, compuestas por los partidos que apoyaban el referéndum: CIU, ERC, Izquierda Unida, CUP y un tercio del PSC.

Es decir, un partido de derechas -con democristianos dentro con un partido radical-, otro comunista, otro más o menos ácrata -más bien rabioso- y un probable PSC absolutamente dividido y devaluado. Eso ya no es la muerte de las ideologías sino la muerte de las ideas. Se supone que cada una de esas orientaciones ideológicas ofrece programas contrapuestos. Bueno, pues ahora resulta que no lo son. Es decir, sería el fin del pluralismo democrático, que no deja de ser un peligro para un Occidente marcado por gobiernos de concentración y otros peligros.

La palabra mágica es ahora coherencia. Pero el nacionalismo obsesivo es muy capaz de cargarse la coherencia.

Se hacen realidad las palabras de SM el Rey Juan Carlos I cuando habla de 'quimeras'.  

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