Sr. Director:
El nacionalismo catalán está contra las cuerdas. Se acumulan los indicios de financiación irregular de CiU con relación al caso Millet.

 

Y prueba de ello es la imputación de Daniel Osácar, extesorero convergente. Cada vez surge con más intensidad una pregunta. ¿Es posible que la cúpula de la formación nacionalista no supiera nada? ¿Es posible que el secretario general de Convergencia Democrática de Cataluña durante toda la época de los hechos, es decir, Artur Mas y el presidente del partido y de la Generalitat, Jordi Pujol, que controlaba férreamente todo lo que sucedía en Cataluña, no supieran absolutamente nada de lo que estaba haciendo su amigo personal y tesorero?  Sinceramente, cuesta creerlo.
Carmen M. Maciá