Hispanidad afirmaba en su anterior edición que Banesto está en venta: la opción más clara era que la familia Botín, un sólo inversor, fusionara Banesto y Bankinter o, como otra alternativa,  integrarse en el Santander o venderlo a un tercero.

En cualquier caso, Banesto está en venta, pero, desde Brasil, Emilio Botín nos informa de que para nosotros, lo estratégico es tener dos marcas en España.

A ver si lo he entendido: El Santander se ha llevado a 100 periodistas a Brasil para informarles de que cierra su franquicia local, Banco Real, y se queda con la marca Santander. Es decir, en Brasil, país emergente, 150 millones de habitantes, el más importante para el Grupo, el Santander sólo necesita una marca pero en España precisa dos: Banesto y Santander.

Y lo dice, atención, el banquero que más marcas ha fagocitado para quedarse con una sola enseña: Santander. Botín se ha cargado Abbey, Central Hispano y siga usted contando. Pero ya lo ven: ahora necesita dos.

Además, si Banesto es estratégico, ¿por qué ha nombrado un presidente no ejecutivo para sustituir a Ana Patricia Botín? La señal que lanza al mercado es que usted no juega a Banesto, que Banesto está en venta por cualquiera de las vías.

Además, se trataba de esconder la bofetada dada a Ana Patricia Botín por intentar acelerar la sucesión, palabra prohibida en Boadilla del Monte, provincia de Madrid. El traslado de su primogénita a Londres estaba previsto, pero la espoleta ha sido la marcha de Antonio Horta al Lloyds. Horta, convencido de que la sucesión se retrasaba y él nunca podría sustituir a Alfredo Sáenz como consejero delegado. La demostración de nuestra tesis era muy simple: Horta se la dio al Lloyds perdiendo dinero. Por pura casualidad, Expansión dedica toda una página de su corresponsal en Londres a echar por tierra esta prueba con un titular entusiasta: Horta, el tercer banquero mejor pagado de la City con 9,2 millones de euros, frente a los 3,44 millones de libras. Pero, curiosamente, en el mismo texto, se reproducen las siguientes palabras del mismísimo presidente del Lloyds, Win Bischoff: Horta sufre un recorte de contribución respecto a lo que tenía. Su salario está en función del cumplimiento de objetivos. Si a los accionistas les va bien, a él le irá bien.  

Expansión se enfrenta al mismo reto de don Emilio: a ambos les puede crecer la nariz.  

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com