Los problemas del Tesoro confirman la necesidad de las decisiones urgentes que hemos tomado

 

Carlos Ocaña ha tenido que soportar una lluvia de preguntas sobre la marcha atrás del Gobierno en la limitación de la deuda de los ayuntamientos. Se ha limitado a afirmar que han sido decisiones del Consejo de Ministros y que no tiene nada que añadir. Tras la insistencia, señala que lo importante es que el paquete de medidas y la limitación de la deuda de los ayuntamientos, no la fecha. ¿No le parece que se está ofreciendo una imagen lamentable? El secretario de Estado prefiere no contestar.

Por lo demás, Ocaña cree que tendrá un efecto imperceptible, muy limitado en el recorte de inversiones y por lo tanto en la previsión de crecimiento. Es desdeñable; no hay que tenerlo en cuenta. Si es desdeñable, será porque la medida no embridará la deuda de los ayuntamientos. Si fuera eficaz para tal fin, los ayuntamientos dejarían de invertir los cerca de 4.000 millones de euros que invierten anualmente Y eso es un 0,4% del PIB. No es un tema baladí.

Por lo demás, ya hubo varios ayuntamientos que convocaron plenos extraordinarios en la noche del lunes para aprobar deuda. Ahora que tienen hasta el 31 de diciembre para planificar sus inversiones. Tiempo suficiente para poder pedir el préstamo.

Y claro, así se explica que el mercado castigue y que castigue con fuerza. Dice Ocaña que la prima de riesgo confirma la necesidad de decisiones urgentes porque sólo de esa manera reduciremos la prima de riesgo. Tiene razón, aunque reconoce que los mercados siguen nerviosos. ¿Por qué? Porque España ha enviado una imagen lamentable.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com