• Algunos ejemplos de ese retroceso: en la vivienda, "sosteniéndola como un bien de inversión antes que como un derecho".
  • En la salud, "transformándola en una mera contraprestación y excluyendo a los migrantes en situación irregular".
  • En el acceso a la justicia, "imponiendo tasas judiciales"; o en el trabajo, "con medidas que no estimulan la contratación y sí, en cambio, perjudican el empleo, como muestran los datos de la última Encuesta de Población Activa", apunta Cáritas.
  • La organización sociocaritativa de la Iglesia destaca la "fractura social" motivada por la "desigualdad creciente".
Más de 200 representantes de todas las Cáritas Diocesanas del país se han dado cita durante el pasado fin de semana en la localidad madrileña de El Escorial en el marco de la 70ª Asamblea General de Cáritas Española. En esta edición, el grueso del trabajo de la Asamblea ha estado dedicado a debatir el III Plan Estratégico confederal 2014-2017, informa Cáritas.

La agenda de trabajo de la Asamblea -cuya ponencia marco corrió a cargo del jesuita Elías Royón, presidente de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), entidad confederada a Cáritas-, incluyó, además, la presentación del informe anual del secretario general, Sebastián Mora, y la aprobación de cuentas y resultados del ejercicio 2012 y del Presupuesto para 2014.

Esta Asamblea ha vivido, además, un momento histórico con la aprobación por aclamación de todos los participantes de la incorporación como miembros de pleno derecho de la Confederación Cáritas Española de las Cáritas Diocesanas de Terrassa y de Sant Feliú de Llobregat, y de la Cáritas Castrense.

Al término de las sesiones, los miembros de la Asamblea han aprobado el texto de la Declaración Final en el que se denuncia la "adopción de decisiones políticas, legislativas y económicas que están generando ya, ahora mismo, el sufrimiento de las personas afectadas, tal como pone de manifiesto la realidad cotidiana de nuestra acción y los informes que hemos elaborado y presentado públicamente".

El texto de Cáritas añade: "Las personas empobrecidas no son responsables de una crisis económica que las castiga con tanta intensidad. No queremos resignarnos a un modelo de vida caracterizado por la precariedad y un retroceso en el reconocimiento y disfrute de los derechos humanos. Tampoco aceptamos un proceso de fractura social legitimado por una desigualdad creciente".

"En el último año hemos asistido a un importante número de reformas legislativas que, lejos de avanzar en la solución a la crisis, han supuesto una pérdida de derechos sociales inherentes a la dignidad de la persona.

Algunos ejemplos de ese retroceso -prosigue Cáritas- afectan a la vivienda, sosteniéndola como un bien de inversión antes que como un derecho; a la salud, transformándola en una mera contraprestación y excluyendo a los migrantes en situación irregular; al acceso a la justicia, imponiendo tasas judiciales; o al trabajo, con medidas que no estimulan la contratación y sí, en cambio, perjudican el empleo, como muestran los datos de la última Encuesta de Población Activa".

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com