El valor en Acciona se ha dividido por tres en un año

Juan Entrecanales recuerda a su sobrino José Manuel que es el principal accionista de la compañía y que hay que volver a la construcción. Los bancos acreedores quiere que salga de Endesa. ENEL podría negarse a pagar 40 euros por cada título de Endesa si Acciona incumple el contrato. La caja de Endesa está vacía.
En un año, la capitalización de Acciona se ha dividido por 3,3. Además, ya antes de la muerte de José María Entrecanales, su hermano Juan, padre de Juancho Entrecanales, había hecho valer que es el principal accionista del Grupo Acciona, en el que los cinco hermanos (Delfina, Cruz, Teresa, Juan y José María), poseían el 56% del capital.

No es ningún secreto que ni a Juan ni a su hijo Juancho, que lleva la rama constructora, la de toda la vida, le gusta el espíritu cosmopolita de José Manuel Entrecanales y sus conexiones políticas. Por decir algo, Entrecanales se ha convertido en el instrumento favorito de Zapatero en el mundo energético, e incluso se permite lanzar mensajes contra la energía nuclear y a favor de las renovables, precisamente él, que preside Endesa, es decir el principal productor de energía nuclear de España. José Manuel blasona de pasar una semana al mes en Estados Unidos, país que ahora de ha enamorado de las renovables. Y como veremos a continuación, Endesa constituye hoy el terreno de enfrentamiento de José Manuel Entrecanales con ENEL... y con su tíos y primos.

Por el momento, Juancho ya ha conseguido, dentro de esa estrategia de retorno a la construcción, que se pongan en venta algunas de las adquisiciones de las que más se enorgullece José Manuel, como las fíliales de servicios, las de empresas auxiliares del automóvil (otro desastre de imagen, el despido de más de 300 trabajadores en Barcelona) y, sobre todo, Transmediterránea. Además, la deuda es Acciona se eleva a 17.500 millones, una cantidad más que respetable.

Pero el centro del enfrentamiento es Endesa. Empezando por el final: Juan y Juancho Entrecanales quieren los mismos que con los bancos: abandonar Endesa cuanto antes. Hoy mejor que mañana.

Enfrentamiento doble, por tanto, el que afronta José Manuel Entrecanales. Por una parte con ENEL. Para hacerlo corto, digamos que el controvertido contrato con ENEL, auspiciado por el Gobierno, deja claro que Acciona puede marcharse de Endesa cuando quiera y vender su 24% a un precio de 40 euros por acción (ahora cotiza a 24), con la que no tendría ningún problema para pagar su deuda a los bancos acreedores, especialmente a su principal financiador, cómo no, el Santander.

Ahora bien, en el contrato los italianos introdujeron una cláusula según la cual el precio quedaba prefijado pero, atención, siempre que ambas partes cumplieran los compromisos. Qué casualidad que la difícil conivencia entre ENEL y Acciona en Endesa esté salpicado de reproches italianos sobre la falta de cumplimiento de los acuerdos adoptados, especialmente en materia de gestión. A lo mejor es que ENEL, que por muy estatal que sea tiene una deuda de más de 70.000 millones de euros, y accionistas privados ante lo que responder, lo que no desea es pagar ahora... ni pagar 40. Si no hay acuerdo, esperan los tribunales.

Pero hay más. Los bancos exigen a José Manuel Entrecanales que asuman las cláusulas de garantía de los préstamos, que entraron en vigor cuando la acción de Endesa aval de la operación, caiga por debajo de los 25 euros por acción, y Entrecanales se niega, dado que según él, los italianos están obligaos a pagar los 40 euros por título. Y recuerden que Botín es mucho enemigo hasta para la familia Entrecanales.  

Mientras, Fulvio Conti, siempre encantado, visita España para organizar conciertos y alabar a la alta sociedad española.  

En resumen, Juan y Juancho Entrecanales intentan presionar a José Manuel para que llegue a un acuerdo de inmediato y, si los italianos remolonean, a que obtenga activos y no dinero, especialmente para Acciona Renovables. Ojo, para la eólica, porque la fotovoltaica se está demostrando un negocio, cuando menos, peligroso.
Y ojo, porque la caja de Endesa está vacía. Tanto a Acciona, que se va, como ENEL, que desea amortizar la inversión, se ofrecen a sí mismos dividendos alegres. Demasiado alegres. Y, por si fuera poco, están dispuestos a vender todo lo "no estratégico".