Esto del subconsciente es una faena. En el desayuno celebrado en la mañana de este miércoles en Madrid, el presidente Camps respondía a las preguntas del público. Le preguntaron como es lógico- por la bronca abierta entre zaplanistas y campistas. Cuando respondió que para él no hay listas de ningún tipo, la asamblea rompió en un sonoro aplauso.

El moderador trató de poner orden y pedir que los aplausos se produjeran al final. Pero Camps no se pudo reprimir: que no se ahorren aplausos que nos vienen fenomenal. Buena muestra de que el presidente valenciano se siente acosado por el actual gobierno y necesitaba un baño de multitudes selectas. Porque en la sala se encontraba prácticamente todo su gobierno, todo el gobierno de la Comunidad de Madrid, destacados dirigentes del PP madrileño y la creme de la creme del mundo empresarial español. Un aplauso de lujo, que se dice.