Ocaña, en la parrilla de salida

 

Están cansados de ser desautorizados por su jefa, la ministra de Economía, Elena Salgado. Además, no tienen claro quién lleva los rumbos de la actividad económica: o Vallés (Oficina Económica de Moncloa) u Octavio Granado (secretario de Economía del PSOE) o el mismo Zapatero. Así que los dos secretarios de Estado tienen las maletas hechas. Lo que no está claro es que se vayan ni cuál vaya a ser el calendario.

Y en contra de lo publicado por algunos medios, Zapatero podría relevar a Salgado por Campa. A pesar de que muchos consideran que está muy contento con Salgado, la perfecta subordinada, obediente y fiel. ZP sabe que es el único que puede tranquilizar a los mercados. La prueba del algodón se produjo en el 'road show' de Londres. Y Campa puede decir que sí por los mismos motivos por lo que aceptó ser secretario de Estado de Economía: responsabilidad y patriotismo. Lo que pasa es que probablemente acabe igual que Solbes.