Un lector nos remite el interesante texto del mexicano Luis Eduardo López Padilla, que adquiere patente actualidad desde el momento en el que se va imponiendo la tesis de que la banca no puede quebrar, es decir, de que la especulación continuará.

Afortunadamente, también se va abriendo camino la idea de que los planes-rescate norteamericanos y europeos son el anti-Robin Hood (imagen y parangón inventado por Hispanidad y repetida por el gran plagiador, Federico Jiménez, en El Mundo): quitarle el dinero a los pobres y menos pobres (a los contribuyentes) para dárselo a los ricos, los banqueros. Estamos en una plutocracia sí, pero al menos no somos esclavos que se creen libres -el tipo más idiota de esclavitud- sino esclavos que intentan ser libres.

El artículo de López Padilla merece un repaso detenido. Me interesan especialmente estos dos párrafos.

1: Los grandes medios de prensa y analistas internacionales insisten en que estos blindajes los pagará el contribuyente estadounidense a través de mayores impuestos, hoy y en el futuro.  Esto es apenas una parte de la verdad.  La realidad es que estos salvoconductos sólo podrán pagarse con una aún mayor emisión monetaria descontrolada por parte del Banco de la Reserva Federal, lo que acelerará la erosión del valor del dólar. O sea, el costo de este desastre lo pagará todo el mundo que tenga tenencias en dólares, y no sólo el contribuyente norteamericano.

La mayor emisión monetaria provoca eso mismo que tanto nos recuerdan los defensores del sistema, los rico-progres: que no es posible darle a la máquina de hacer dinero, o de hacer emisiones, porque provoca inflación. Claro que, cuando el objetivo es sanear bancos, entones el volumen de la masa monetaria importa menos.

2. La crisis que estamos viendo del sistema global financiero basado sobre el individualismo económico y la usura, es final. No tiene solución a través de mecanismos y medidas estrictamente monetarias y económicas. Si las autoridades norteamericanas se circunscriben únicamente a este plano, entonces un grave  colapso será inminente. En efecto, el peligro es ese, el del colapso del sistema, porque no se ha atacado el origen del mal sino sus consecuencias. Padilla lo llama usura, yo prefiero llamarlo especulación, pero estamos hablando de lo mismo. La burbuja seguirá creciendo, no lo duden.