Inspirada en una historia real, Camino a la libertad relata la gesta llevada a cabo por siete fugitivos de un gulag soviético (enclavado en Siberia) para huir del comunismo, que les obligó a  recorrer a pie más de 6.500 kilómetros a la búsqueda de su libertad.

Con estos mimbres ya se imaginarán que lo ofrece Camino a la libertad es un relato  sobre la superación del ser humano y su lucha por la supervivencia en una naturaleza hostil. Peter Weir ofrece esta epopeya con la fuerza visual que le caracteriza y la maestría de la que hace gala en la descripción de personajes. A este respecto resultan muy emocionantes los diálogos que mantienen el militar polaco (líder de la fuga) y un veterano norteamericano. Al primero le dice el segundo que lo que más mata en el campo de concentración es la bondad, una afirmación que también recogió el psicoanalista Victor Frank cuando recordaba  su dramática estancia en Auswitch (en su novela El hombre en busca de sentido) diciendo que: los mejores, los más buenos, no sobrevivieron. 

Camino a la libertad refleja, con todo tipo de detalles, los abusos del comunismo pocas veces retratados en la gran pantalla: las condiciones extremas que se vivían en los campos de prisioneros y los brutales métodos de tortura utilizados. Pero el dramático viaje, que es el eje central de Camino a la libertad, ofrece una visión esperanzadora a pesar de la adversidad, desde el momento que muestra que  a esos siete prisioneros les sirvió para encontrarse a sí mismos, para recuperar la humanidad perdida en el campo de concentración y para reforzar su amistad

Además, si son románticos, les entusiasmará el personaje del soldado polaco que interpreta Jim Sturges cuando manifiesta que tiene muy claro el sentido de su vida: perdonar a su amada, a quien en la primera secuencia de la película deducimos que los soviéticos  han torturado para que acuse a su esposo de ser un espía

Por lo tanto, merece la pena que no se pierdan esta gran aventura de Peter Weir, un gran director al que le debemos películas tan magistrales como Único Testigo, El show de Truman o Master and Commander, entre otras.

Para: Los admiradores del buen cine y del trabajo de Peter Weir