Camino a Guantánamo narra la historia de cuatro jóvenes de nacionalidad británica, pero de origen pakistaní, que en septiembre del año 2001 salieron de Tipton (en las Midlands inglesas) con destino a Pakistán con el objetivo de asistir a la boda de uno de ellos. Su aventura les llevo a traspasar la frontera de Afganistán, donde fueron capturados por miembros de la Alianza del Norte. Tardaron dos años y medio en demostrar su inocencia y poder volver a su hogar, Uno de los lugares donde estuvieron confinados fue en la base norteamericana de Guantánamo.

 

Michael Winterbotton, uno de los directores británicos más interesantes de la actualidad, está detrás de este docudrama realizado para televisión y que narra el desgraciado periplo por el que pasaron los denominados los tres de Tipton, tras ser acusados de pertenecer al ejército talibán. Winterbotton ha realizado una excelente película de denuncia en la que plasma los abusos cometidos en las prisiones norteamericanas. No es la primera vez que este realizador refleja una situación comprometida sobre el mundo actual, en el año 2002 dirigió la magnífica In this world (En este mundo), un docudrama de ficción en el que relataba las penurias de unos inmigrantes afganos para llegar a Occidente.

 

Camino a Guantánamo sirve para hacer reflexionar al espectador sobre lo que en ningún caso debe hacerse en una sociedad civilizada: someter a un sospechoso a todo tipo vejaciones para lograr una confesión. No obstante, también plantea otra cuestión, que en ningún caso debe justificar el abuso cometido con estos tres jóvenes: ¿Qué hubiera ocurrido a cuatro ciudadanos occidentales si hubiesen caído en poder de los guerreros talibanes?

 

(Camino a Guantánamo se estrenó en las salas de cine el pasado viernes 26 de mayo)

 

Para: Los que les gusten los documentales bien dirigidos, montados y desarrollados.