Rato sigue sin rascar bola en el proceso de reestructuración del sistema financiero

 

Que Caja Madrid había realizado acercamientos a la CAM era vox populi. Que la Generalitat de Camps presionaba por una fusión con Bancaja, también. Pero la CAM buscó su futuro por otros derroteros. Intentó la fusión con la BBK, pero las relaciones se rompieron este lunes. Ahora comunica que filtrea con CajAstur para una fusión fría a cuatro bandas en la que ambas tendrían un 40% de la resultante. Al proyecto se suman Caja Extremadura con un 11% y Caja Cantabria con un 9%. El modelo es el ideado por Goñi con Banca Cívica: una SIP. Es decir, una especie de contrato de convivencia durante al menos 10 años.

El resultado final es que la CAM ha logrado clarificar su futuro. Eso sí, con exigencias de 1.600 millones de euros al FROB. Al 7,5%, que no son gratis. La segunda consecuencia es que Rato sigue sin rascar bola en el proceso de reestructuración del sistema financiero. Y como se descuide, se le pasa el arroz.

Andrés Velázquez

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