• Tal y como hizo con las cajas de ahorros.
  • Según fuentes del sector, la caja rural española de mayor tamaño se prepara para recibir un varapalo de Europa con la consiguiente exigencia de elevar los recursos propios.
  • Ojo, esto no significa que esté en dificultades, pero es la oportunidad del instituto inspector para convertir las rurales en bancos.
  • Se repite la misma historia de las cajas de ahorros: el supervisor y el Gobierno se cargaron el sector ahorro aprovechando la debilidad de algunas entidades. De ahí se pasó a las fusiones frías (SIP), esto es, forzadas, y a la conversión de las cajas en sociedades anónimas.
  • Ahora está por ver hasta dónde llegará la resistencia de un sector solvente y que no quiere perder su actual naturaleza jurídica: el cooperativismo.
  • Desde el comienzo de la crisis en 2008, el número de socios de las cooperativas de crédito ha aumentado en 700.000.

El próximo 30 de mayo es la fecha límite para que las entidades entreguen la documentación de cara a los test de estrés europeos. A partir del 12 de junio, los auditores culminarán los Asset Quality Review (AQR), es decir, examinarán los expedientes del riesgo y sus colaterales, es decir, sus garantías. Con esos datos en la mano, el siguiente paso consistirá en estresar a las entidades, es decir, establecer el comportamiento de cada una de ellas según los datos aportados, en escenarios económicos desfavorables. El resultado final debería conocerse el 30 de junio.

Pues bien, según han asegurado a Hispanidad fuentes del sector, Cajamar no pasará los test de estrés y se verá abocada a ampliar sus recursos propios. ¿Significa esto que la entidad líder del sector en España está en dificultades No. Simplemente, la solvencia bancaria se mide hoy en Occidente por su capital. Pero es la oportunidad del Banco de España para acabar con las cajas rurales y convertirlas en bancos. Ya se sabe que al Banco de España le molestan las entidades pequeñas y toda entidad de crédito que no sea banco-SA.

Esto ya lo hemos visto antes, concretamente, con las cajas de ahorros. Recuerden cómo el Banco de España y el Gobierno aprovecharon la crisis de Caja Castilla-La Mancha (CCM) para establecer una remodelación del sector que en el fondo -las pruebas está ahí- significaba su desaparición y conversión en bancos.

Ahora está por ver hasta dónde llegará la resistencia de un sector solvente y que no quiere perder su actual naturaleza jurídica como cooperativas de crédito, preferentemente agrario y muy localizado en el mundo rural. Incluso, la Asociación Española de Cajas Rurales rechaza el modelo de Cajamar que, según afirman, se inspira mucho más en un modelo bancario, esto es, con mucho más capital que reservas, justo a la inversa que las cooperativas de crédito que forman la Asociación. Además, argumentan que, mientras en la Asociación ninguna caja puede tener más de un 10% de los votos, independientemente del tamaño, en el modelo Cajamar, ésta goza de una hegemonía total.

La solvencia del sector está fuera de toda duda. Las cajas rurales cerraron 2013 con 352 millones de euros de beneficio y unos ingresos de 3.289 millones de euros, un 13% superiores a los registrados un año antes. Desde que comenzó la crisis financiera, estas entidades han aumentado el crédito un 24%, hasta los 135.019 millones de euros. Un dato muy significativo: desde 2008, las cooperativas de crédito cuentan con 700.000 nuevos socios y ya son 2,7 millones.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com