Para ello, tendría que entrar en el Consejo por la vía paralela y conseguir la mayoría. Y para esa mayoría, le basta el apoyo del PP y CCOO, dejando fuera al PSOE. El miércoles por la mañana el ayuntamiento de Madrid y CCOO  retiraron el recurso judicial. Mientras, el PSOE insiste: no habrá Pacto de Estabilidad si no se le concede una Vicepresidencia, lo que exigiría echar o bien a Ponga o bien a Santín. Por ahora, Rato renuncia a nombrar un director general

El martes por la tarde, los representantes del alcalde Gallardón mostraron su mejor cara para lograr un Pacto de Estabilidad en Caja Madrid. Aseguraron que retirarían sus demandas ante los tribunales, y se supone que lo mismo hará el ayuntamiento de Barcelona y Comisiones Obreras, que segundaron al alcalde. Y, en efecto, durante la mañana del miércoles han cumplido su palabra.

Si la juez decide (en principio el mismo miércoles 2) dar carpetazo al caso, el pacto es posible, aunque difícil. Recordemos lo ya dicho: el PSOE exige tres condiciones para un pacto de estabilidad. A saber, entrar en la Comisión Ejecutiva, que Caja Madrid renuncie a emitir cuotas participativas y una Vicepresidencia. Y esto último es un problema. Las dos vicepresidencias actuales las ocupa el popular Estanislao Rodríguez Ponga y el comunista (IU-CCOO) José Antonio Moral Santín. Si se amplía a tres, el asunto requeriría una modificación legal y retraso del proceso. Entendámonos, si entra por la puerta paralela, Rato podrá ser presidente de Caja Madrid el 1 de enero porque le basta con los votos del PP y de IU-CCOO. Eso sí, ya no sería un Pacto de Estabilidad para el futuro dado que el PSOE se quedaría fuera. Además, no debe ser muy agradable para don Rodrigo ser presidente con un Miguel Blesa de consejero, mientras se aplica la nueva ley y la reforma. Y no sabemos si don Miguel estará por presentar la dimisión. Eso sí, Rato ha renunciado a nombrar director general, al menos en una primera etapa.

Y ahora viene lo bueno: Rato se impacienta y la verdad es que tiene razones: la situación de Caja Madrid se deteriora por momentos. Por tanto, quiere sentarse en su nuevo despacho el 1 de enero: está bien, el lunes 4. Para ello, no puede esperar a la renovación de órganos normal. Necesita que alguna de las instituciones capacitadas para hacerlo le nombre directamente consejero sin pasar por la Asamblea. Un día después, el Consejo le nombraría presidente.

Ahora bien, para eso hay que lograr un pacto político, y las dos vicepresidencias, por el momento, parecen impedirlo.

Eulogio López

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