El sociólogo Massimo Introvigne, representante de la OSCE para la lucha contra la intolerancia y la discriminación contra los cristianos, afirma que, "cada cinco minutos, un cristiano muere asesinado por su fe".

Presentó estos datos en su intervención en la Conferencia sobre diálogo interreligioso entre cristianos, judíos y musulmanes, que se celebró en Budapest.

Prosigue la matanza de cristianos en Nigeria. Han sido asesinadas 34 nuevas víctimas del fundamentalismo fanático de los jihadistas islámicos Boco Haram que atacaron a los fieles que acudían a la Santa Misa en cinco iglesias. Los jihadistas intentan imponer a la fuerza la "Sharia", ley islámica. También los miembros de Ansar Dine tienen el mismo objetivo en Mali. Estas dos organizaciones terroristas mantienen vínculos con Al Qaida del Magreb Islámico, el más importante grupo terrorista.

También en Garissa, al noreste de Kenia, fallecieron 17 personas. Los ataques se produjeron en la catedral de la ciudad, así como en un centro religioso de la África Inland Church, conocida congregación católica del país.

Por otra parte, la ONG Ayuda a la Iglesia Necesitada, ha lanzado una campaña publicitaria solicitando la ayuda para las Iglesias de Europa del Este y las del Tercer Mundo.

Se trata de encargar misas por las intenciones personales de cada fiel. El estipendio será enviado a las iglesias más necesitadas.

También, las autoridades chinas decidieron ordenar obispo a un sacerdote sin la autorización de Roma. Sin embargo el nuevo obispo, consagrado, con mandato pontificio, fue arrestado después de renunciar, formalmente, a la Asociación Patriótica de Católicos Chinos (APCC), instrumento del régimen para controlar la Iglesia Católica.

Las autoridades de Pekín llevan años tratando de controlar y aislar a la Iglesia china de sus relaciones con Roma y con la comunidad católica universal.

Al mismo tiempo, se ha celebrado en Shanghái la ordenación episcopal de Thaddeus Ma Daquin, en este caso con el consentimiento de la Santa Sede. Ma pertenecía a la APCC.

El mismo día en que decidió romper vínculos con la APCC ante cientos de fieles reunidos en la catedral de San Ignacio de Shanghái, aquello no gustó nada a las autoridades chinas.

Según informa AsiaNews, esa misma tarde Ma fue arrestado. Lo único que ha podido saber es que ahora el nuevo obispo se encuentra "en un período de descanso" en el seminario de Sheshan (Shanghái), donde estudió, que se ha convertido en su nueva cárcel.

Clemente Ferrer
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