La Cámara de Comercio Americana en España, entidad que preside Jaime Malet, ha organizado una expedición de empresarios españoles que serán recibidos por el presidente George Bush. En la comisión no figuran los primeros espadas de la vida empresarial española, tales como Emilio Botín, César Alierta, Antonio Brufau, Francisco González con la excepción del presidente de Iberdrola, Ignacio S. Galán. Al parecer, sólo él se ha atrevido a romper el veto de Moncloa a los empresarios proclives a relacionarse con el Imperio.

Nos cuentan que el cabreo de Zapatero es superlativo. Es sabido que George Bush no ha querido recibir al Presidente del Gobierno español en 6 años de estancia en la Casa Blanca. Por las mismas, tampoco ha querido recibir a empresarios españoles a los que, además, considera demasiado proclives a Castro y demasiado sumisos a la extraña ligazón que une a Rodríguez Zapatero con el venezolano Hugo Chávez.

Encima, la visita se realiza en un momento clave para la economía del nuevo continente. España sigue siendo el segundo inversor en Hispanoamérica y le pisa los talones a EUA. Washington no cuenta con España para sus tratados de libre comercio con la zona hispana, tratados en los que brilla el acuerdo ALCA como estrella invitada.

Lo que está claro es que si Malet pretendía hacer famosa a la cámara, lo ha conseguido.