El cabreo de las empresas españolas con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tras su periplo iberoamericano, es tan intenso como sordo. Al igual que hiciera el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, Zapatero se ha puesto de parte del presidente Néstor Kirchner y en contra de las empresas españolas, a las que el mandatario argentino está sangrando con una política fiscal y de tarifas imposibles de mantener. Es más, Zapatero prometió a Kirchner que intentaría mediar con aquellas compañías españolas que han denunciado al Gobierno argentino. Da la casualidad de que sólo hay una, Telefónica, que se haya atrevido a tanto, y da la casualidad de que un portavoz de dicha compañía ha asegurado que no están dispuestos a otorgar un cheque en blanco.

Pero el cabreo no es menor en Telefónica que en Endesa, Gas Natural o Aguas de Barcelona.

Naturalmente, una empresa no puede criticar a un presidente del Gobierno, pero a alguno se le va a escapar alguna palabrota... en privado.