Aprovechando la visita de Tony Blair a Washington, el presidente norteamericano, George Bush, prometió que Estados Unidos condonará la deuda de los países africanos en vías desarrollo. Para ello, se propone llevar al G-8 un plan para dotar a los organismos multilaterales, Banco Africano de Desarrollo y Banco Mundial, en este caso, de más fondo para poder hacer frente a dicha condonación. A ello, habría que añadir otros 550 millones de euros de ayuda adicional a esos países, cuyos habitantes se cuentan entre los más pobres del planeta.

Ahora bien, Bush no aclaró cuáles son los países africanos que considera en vías de desarrollo ni pormenorizó sobe la deuda que les condonaría. Especialmente, no concretó el siempre equívoco concepto de deuda nacional. En otras palabras, la deuda de acreedores privados es hoy en el mundo muy superior a la deuda con acreedores públicos.