• La Comisión denuncia que el recorte de los sueldos ha sido "lento e ineficaz" y ha golpeado con especial dureza a los temporales.
  • Un dato: entre 2008 y 2013, se destruyeron casi 3,5 millones de empleos y los sueldos cayeron alrededor de un 4,5%.
  • Los trabajadores sin contrato indefinido, más expuestos al despido, cobran hasta tres veces menos que los de contrato fijo.
  • Plantea una reforma para reducir la brecha salarial entre los trabajadores indefinidos y los temporales.

"El proceso de ajuste salarial en España, que empezó en serio sólo en 2010, ha sido lento e ineficaz y ha golpeado a los trabajadores temporales de forma desproporcionadamente dura". Es la frase que resume el duro informe de la Comisión Europea, fechado en noviembre, sobre los recortes salariales en España durante la crisis. Bruselas toma como referencia el periodo 2008-2013, en el que se destruyeron casi 3,5 millones de empleos (más de un 16%) y los sueldos cayeron alrededor de un 4,5%, mal que le pese al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que lo negaba en sede parlamentaria, en contra de los datos de las empresas, de la evidencia que sufrían los trabajadores o las cifras que aportaba Cáritas. Es cierto, no obstante, que ese recorte salarial no ha afectado a todos por igual: ha impactado con menor intensidad en los que "tienen más educación y cualificación".

Con menores sueldos, el consumo no tira y se afronta con más dificultad un proyecto vital o familiar. Eso por un lado. Por otro, los grandes perjudicados, pone de relieve el informe, han sido los trabajadores temporales, que han sufrido un ajuste salarial "tres veces más grande que los trabajadores fijos". Estamos hablando de jóvenes, en su mayoría, lo cual agrava más si cabe el primer problema.

Para los autores del estudio, "esto es sorprendente", teniendo en cuenta la posibilidad de renegociar los salarios cuando expiran los contratos fijos, por lo que concluye que los temporales han sido doblemente penalizados: en primer lugar, por estar más expuestos al despido (corrían más riesgo) y en segundo lugar porque cobraban bastante menos.

No son pocas las críticas y reclamaciones a la política económica de Rajoy en cuestión de salarios. A eso se une la exigencia de una reforma laboral que reduzca esas las diferencias salariales entre contratos indefinidos y temporales. A juicio de la Comisión, la legislación laboral ha distorsionado la política de despidos en las empresas por la protección a los trabajadores con contratos indefinidos. Por eso motivo, señalan, el factor de la antigüedad del trabajador ha podido pesar más que el rendimiento en el momento de despedir.

En otras palabras, las empresas han utilizado dos baremos que nada tiene que ver con la competitividad ni con la productividad de los trabajadores. En el caso de los temporales, como el coste de la indemnización es bajo les ha dado lo mismo a quién despedir, aunque normalmente han echado a los peores. La cosa cambia con los fijos, con lo que no se tiene en cuenta la valía, sino el coste del despido (cuanta más antigüedad, más caros de echar).

El informe no se refiere a los despidos colectivos, vía ERE, la fórmula a la que se han acogido muchas empresas para diezmar sus plantillas con un coste más barato metiendo en el mismo saco a todos (buenos y malos). La prácticamente habitual en esos casos, ha sido 'repescar' después para los mismos puestos a empleados con menores sueldos (y también menos cualificados).

La conclusión del informe, en cualquier caso, está en sintonía con todo lo anterior: "Considerándolo todo, los resultados del informe respaldan la evidencia de que la elevada dualidad en el mercado laboral puede conducir a un proceso de ajuste lento e ineficiente, que penaliza de manera desproporcionada a los trabajadores temporales".

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com