¿Se ha reabierto el debate nuclear en la Unión Europea?, le preguntaban en la mañana de este lunes al presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell. La pregunta no es si existe una apuesta por la energía nuclear, sino más bien si es posible cumplir con los compromisos de Kyoto sin apostar por la energía nuclear, responde. Borrell no da un paso más allá, pero es evidente que la respuesta es no.

No obstante, se permite contradecirse a sí mismo y apuntar que en el caso español es necesario avanzar de manera más decidida por el camino de las energías alternativas. No tiene mucho sentido que Alemania produzca más energía solar que España, un país de sol.

Por otra parte, Borrell ha aprovechado para criticar la ausencia de una política común en materia energétca. Ningún país, ninguno, está dispuesto a renunciar a la formación de su mix energético para que lo decida un cónclave comunitario. Y así, por ejemplo, cuenta que Finlandia, un país verde, acaba de aprobar en referéndum la construcción de una gran central nuclear. La declaración de Messina se hizo hace 50 años para advertir de los riesgos de la dependencia energética, que entonces era del 10%; hoy estamos con una dependencia del 50% y lo que Alemania se plantea con su presidencia es reeditar la declaración de Berlín como la de Messina 50 años más tarde. Vamos, que no está especialmente emocionado con la lentitud del proceso europeo. Soy un optimista bien informado, señala.

Además, Borrell critica la ausencia de interconexión energética. Lo que hace falta para que haya competencia es que quien produce en el país A pueda comercializar en el país B. Y eso no existe ni entre Francia y Alemania que no tienen la excusa de los Pirineos. En todo caso, Borrell rechaza la idea de Zapatero de los campeones nacionales y apuesta por las compañías transeuropeas. Además, deja claro que los problemas de competencia no se resuelven con más actores como defienden los economistas clásicos- porque en el sector aeronáutico existen pocos actores y nadie duda que existe competencia, en opinión de Borrell.

Por otra parte, el presidente del Parlamento Europeo habló también sobre otros temas:

  • Candidatura por Madrid. El PSOE debe de tener candidatos la mar de cualificados; pero yo estoy en otros menesteres y uno no puede cambiar tan rápido de cometidos
  • Líbano. Sin la UE no habría fuerza de interposición; Europa puede ser el intermediario fiable, Estados Unidos ya no puede; mientras no se resuelva el problema de Israel y Palestina, el Líbano no tiene solución
  • Presidencia alemana. Para ser sinceros, la gente no espera la presidencia alemana, sino el resultado de las elecciones francesas que serán a finales de las elecciones alemanas. Se tiene que cocinar algo, pero no se sabe quien será el otro cocinero. La determinante será la presidencia francesa
  • Dos velocidades. Pretender que todos se pongan de acuerdo en todo para hacer todo a la misma velocidad es utopía; el ejemplo es el euro y Schengen, no habrían salido si hubieran exigido el consenso de todos, y ha sido básico para la cohesión interna
  • Regularización masiva. La regularización española fue imprescindible, lo que no se podía pretender era tener a 600.000 sombras fugaces; además, Italia hizo lo mismo antes que nosotros y Frattini creo que formaba parte de ese gobierno.
  • Francisco y Catalina. Lo del barco español ha sido un espectáculo bochornoso, pero lo que no está en los presupuestos o en las instituciones, no existe
  • Frontex. A veces pensamos que Frontex es la guardia de fronteras norteamericana, pero son 15 funcionarios con un puñado de millones de euros; no le pidamos peras al olmo.
  • Mr Euro. El espectáculo de Trichet y Buncker por ver quién es Mr Euro sería inimaginable en Estados unidos. ¿Uds. Se imaginan al director general del Tesoro rivalizando con el presidente de la Reserva Federal?
  • Presupuesto. Nadie es una superpotencia aportando un 1% del PIB; curiosamente los que más defienden la ampliación son luego los más rácanos.
  • Competencia fiscal. Esa estrategia de bajar impuestos y financiar el estado social con los fondos de cohesión no es razonable. España hizo los deberes porque subió los impuestos.
  • Comunicación interna. Los procesos de regularización deberían de ser comunicados, pero no lo hace nadie. Alemania acaba de aprobar una subida del IVA que afecta y mucho a su principal socio comercial, Francia y no se crean que se lo ha comunicado a su homólogo galo
  • Agilidad de la UE: Un Consejo Europeo de 150 miembros no es una reunión, es una manifestación.