Eso sí, intentará aumentar el dividendo un 10% y regresar a los niveles de dos años atrás

 

La petrolera Repsol celebra el viernes Junta General de accionistas. El jueves, su presidente, Antonio Brufau, daba cuenta de los resultados del primer trimestre que suponen una resurrección respecto al mal ejercicio 2009.

En pocas palabras, Brufau se ha salido con la suya: la clave está en exploración y producción y las perspectivas de los yacimientos de Brasil, Venezuela o Perú son buenas, bastante buenas. Ahora bien, la exploración exige mucha inversión a largo, y Sacyr, Caixa y otros accionistas pueden estar menos dispuestos a esperar. Pues bien, el pulso lo ha ganado Brufau, quien, no obstante, intentará que el dividendo suba un 10% y volver al pay-out anterior a 2009, aquella retribución que enfrentará a Brufau con Luis del Rivero.

Ideas: Repsol seguiría controlando YPF aunque busca nuevos socios locales que unir a los Eskenazi (15%). Y por cierto, los enfrentamientos entre los petroleros argentinos, Eskenazi y Bulgheroni es cosa del pasado. Ahora ambos tienen un enemigo común, la Casa Rosada, cuya codicia es capaz de distanciar hasta los más próximos. Por lo tanto, Bulgheroni podría entrar en el capital de YPF. En cualquier caso, Repsol no se va de Argentina, que ha aportado ingresos y seguirá aportando hasta la puesta en macha de otros yacimientos.  En definitiva, la clave de Repsol son los éxitos obtenidos en exploración. Ahora mismo, la petrolera produce 334.000 barriles y tiene reservas probadas para 1 millón. Repsol vuelve a ser una petrolera con petróleo. Ahora el riesgo es político, porque en algunos de los países en los que opera -Venezuela, Argentina, Brasil, Libia, Argelia- no son muy de fiar. Pero esa es otra historia.

Por lo que respecta al refino y a la petroquímica, las plantas de Cartagena y Bilbao pueden ser una realidad en 2011. Otra cosa es la portuguesa Sines, proyecto que podría abortarse.

Eulogio López

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