Sr. Director:
Si hay que elogiar en algo a ZP y su gobierno es por sus efectos herbicidas. Herbicida en el sentido figurado de la palabra.

 

Cualquier agricultor prudente investiga y conoce las predicciones del tiempo, para evitar en la medida de lo posible los desastres naturales que   puedan afectar a su cosecha. Nuestro Presidente no vio o no quiso ver la ola de frío en forma de crisis que amenazaba la gran cosecha de la economía europea y mundial, llegando a negar lo que los expertos le avisaban. La falta de medidas adecuadas y tempranas nos ha llevado a la situación actual con la economía española haciendo aguas. Otro gallo nos cantaría si el encargado en aquel momento del huerto nacional hubiera sido Pizarro en vez de Solbes, que ya desgració la  economía en pasadas legislaturas socialistas.

Por si fuera poco el no tomar las medidas correctas para salvar los pocos brotes verdes que pueden crecer a nivel empresarial en este país, nuestro Gobierno también castiga los brotes verdes humanos. 

Desde luego, se lavan las manos, como si eliminar embriones y fetos humanos ya desarrollados fuera algo sin importancia. Volviendo a la botánica, si te cargas la semilla o la pequeña planta estás matando al  futuro árbol, que desde luego ya no va a crecer nunca.

Las desastrosas consecuencias sociales de la acción de nuestro Gobierno son comparables a las fumigaciones masivas con pesticidas prohibidos. La verdad es que si un pesticida tiene efectos negativos sobre la salud humana o animal lo retiran del mercado, ¿por qué no  retiramos ya a ZP y su panda?

Ignacio Ayala de la Peña