Desde la silla prestada, Zapatero defenderá en la Cumbre de Washington que el nuevo sistema financiero incluya la lucha contra el cambio climático y que se apoyen los Objetivos del Milenio de La ONU (malthusianismo económico y darwinismo social) y los principios de la Ronda de Doha. Los bancos deben de tener regulación, como cualquier otra empresa, dice Zapatero. ¿No más? Por fin ha recibido la llamada de Obama

Ya tenemos silla. Gracias a la diplomacia desacomplejada de Zapatero, que diría Moragas. Lo que no sabemos es si ha sido gracias a Bush, a Sarkozy o a ambos. La Comisión ha optado por una fórmula europeista en la que señala que, de la UE, irán cinco países, entre ellos, España, como 8ª potencia mundial. Zapatero, a cambio, rebaja su chulería y dice que Italia es un país que nos supera en PIB. Y no les superamos en renta per cápita para disgusto del bronceado Berlusconi. Los errores diplomáticos se pagan.

 

¿Cómo será en el futuro? Zapatero dice que en Washington se marca una primera etapa de una presencia significativa de España en el ámbito internacional. ¿Cómo se arbitrará en el futuro? ¿G8 ampliado? ¿Sustitución de Canadá? Nadie lo sabe, aunque ZP alberga la esperanza que de Washington se concluyan, no sólo contenidos, sino procedimiento0s. De nuevo, marcha atrás. En agosto de 2006 Zapatero había señalado al Corriere della Sera que España no quería estar en el G8, que estábamos mucho mejor fuera.

 

Y todo esto, ¿para qué? ¿Qué soluciones llevará Zapatero a la cumbre? Dice el presidente que se reunirá con los agentes sociales y con el líder de la oposición. Pero la agenda la tiene clara. En primer lugar: supervisión rigurosa y transparencia, esa que no practica en la gestión del Fondo de Rescate. Una supervisión sin sombras, a la española, reconocida internacionalmente. Añade que las entidades financieras deben estar supervisadas y reguladas como cualquier otra empresa. Lo que quizás no sepa es que están ya mucho más supervisadas y reguladas que cualquier otra empresa, como es natural, dado que trabajan con dinero de los demás.

 

Eso sí, Zapatero no pierde la oportunidad para recordar que en la cumbre de Bretton Woods, en la que estuvieron presentes más de 40 países, España estuvo ausente por el aislacionismo de la dictadura franquista. Apunte imprscindible, dado que sucedió hasta 64 años.

 

Pero además de esto, la agenda progre: cambio climático (harakiri de la humanidad), Objetivos del Milenio (neomalthusianismo económico y darwiismo social) y principios de la ronda de Doha, muy necesarios para el equilibrio internacional, y que consagra el librecambismo sin antes suprimir las leyes europeas y americanas de apoyo a la agricultura que están destrozando al Tercer Mundo y sin imponer un salario mínimo internacional.

 

Es decir, agenda progre, más bien plutocrática, pues beneficia a los países ricos y, en especial, a los mercados financieros, mientras introduce de rondón el principio de que la mejor manera de termianr con la pobreza es que los pobres no tengan hijos, es decir, en lugar de terminar con la pobreza terminar con los pobres (Objetivos del Milenio), que es mucho más rápido. Además, da toda la sensación de que la cumbre de Washington no hará sino apuntalar la preminencia financiera sobre la política. O más bien, el secuestro de la política por el sistema financiero: los gobiernos europeos, asiáticos (Japón) y americanos (USA) le están metiendo la mano en el bolsillo a trabajdores, profesionales y empresarios -sobre todo pequeños- para dárselo a los intermediarios financieros... los mismos que les hicieron perder sus ahorros.

 

Por lo demás, Zapatero informa que ha recibido una llamada de Obama a quien le ha planteado la fidelidad en los objetivos de las relaciones bilaterales, ha puesto a su disposición la Administración española y se han comprometido a trabajar juntos en Iberoamérica. ¿Habrá encuentro?: Hemos quedado en que nos veríamos, aunque no hemos concretado; estamos a la disposición de lo que es su agenda y su planificación; es lo lógico por mi parte. No inclina la cabeza a lo Piqué, pero casi. Por fin, está a punto de lograr una foto con el presidente de los Estados Unidos.