• La candidata ecologista, ex ministra de Lula, cuenta ya con el apoyo del 29% en los sondeos. Dilma Rousseff, con el 34%.
  • Si hubiera una segunda vuelta, ganaría Silva con un margen, nada menos, de nueve puntos porcentuales.
  • Los reproches y las acusaciones mutuas empeñan el primer debate televisado de la campaña.
  • La presidenta se atribuye "la menor tasa de paro de la historia", pero su contrincante le recrimina que incumplió sus promesas tras los disturbios de 2013.

La candidata presidencial del Partido Socialista Brasileño (PSB), Marina Silva, entró con fuerza en la campaña electoral y ya ha logrado reducir asombrosamente su distancia con la actual mandataria, Dilma Rousseff. A pesar de que Rousseff sigue siendo la favorita, con un 34% de los votos, le sigue cada vez más pegada Silva, con un 29%. El candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Aécio Néves, quedaría en tercera posición con el apoyo del 19% de los votantes, según un sondeo realizado por Ibope. Estos pronósticos adquieren una especial relevancia, pues queda poco más de un mes para que se celebre la primera vuelta de las elecciones, el 5 de octubre.

Pero aún hay más. En una eventual segunda vuelta entre Silva y Rousseff el próximo 26 de octubre, la nueva líder ecologista desplazaría del poder a la candidata oficialista, con un margen de nueve puntos porcentuales. Conviene recordar que Silva lleva apenas una semana como candidata a la presidencia, después de que falleciera el cabeza de lista del PSB, Eduardo Campos, en un accidente aéreo en Sao Paulo.

La tensión entre las dos candidatas cristalizó ayer martes por la noche durante el primer debate televisado entre los tres aspirantes, salpicado por los continuos reproches y acusaciones. Rousseff defendió con tesón su gestión en la presidencia durante los últimos cuatro años, y destacó que gracias a ella Brasil "tiene hoy la menor tasa de desempleo de la historia". Silva, por su parte, recriminó a la mandataria que intente presentar un Brasil "de color de rosa" que "no existe en la vida de las personas". Prueba de ello, aseguró la candidata ecologista, es el incumplimiento de los cinco pactos a los que se comprometió tras las protestas masivas en junio de 2013.

Daniel Esparza

daniel@hispanidad.com