El Sabadell se quedaría con la red del BBVA en España y el Santander con Iberoamérica. En principio, se trataría de una OPA conjunta y con intercambio de títulos. El problema es que ambas entidades consideran que el BBVA está sobrevalorado. Oliu exige a La Caixa todo el protagonismo de la operación. Es un duelo más entre el PSOE y el PP, pues el primer objetivo de la Moncloa para el otoño es acabar con Francisco González (FG)

Termina agosto y se va perfilando la gran operación financiera para el próximo otoño, (ya adelantada por Hispanidad, el viernes 25 de agosto de 2006): la conquista del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y la defenestración de su presidente Francisco González (FG). Al fondo de la operación, naturalmente, el secretario de Estado, Miguel Sebastián, asesor económico de Zapatero, con el pleno apoyo, no nos engañemos, del vicepresidente Pedro Solbes, que siempre deja el primer lugar de las cacerías para otros. Ya en su día, los socialistas se dirigieron a Oliu para animarle a lanzar una opa al BBVA, unas cuatro veces más grande que él. Oliu es ambicioso, pero no tonto, y declinó la oferta, que, además, calificó de operación política. Pero ahora las cosas han cambiado porque ahora es Emilio Botín quien ha entrado en la batalla. Y que nadie apele al monopolio por el hecho de que el primer banco del país compre el segundo, dado que todo está previst el Sabadell se quedaría con la red de oficinas del BBVA en España, mientras el Santander se quedaría con el espléndido negocio del BBVA en Iberoamérica.

El método sería una opa estilo Botín, es decir, pagadera con papel. De esa forma compró el británico Abbey y no le ha ido nada mal. El problema, claro está, es que el BBVA es una entidad sin accionistas de referencias porque FG es un maniaco del poder y no está dispuesto a que ningún accionista de enjundia le dispute el control absoluto que ahora posee. Ahora bien, aunque es verdad que FG sólo podría responder con una contraopa, su principal defensa frene al ataque de lo que ya se empieza a conocer como las SS (Santander Sabadell) es que el BBVA vale 60.000 millones de euros, una cantidad más que respetable, capaz de asustar a cualquiera.

Eso sí, Oliu ha dejado claro que el protagonismo de la operación debe correr a cargo del Sabadell, no de La Caixa, propietaria del 12,5% del capital del banco presidido por Oliu. Otro interrogante será qué actitud tomará César Alierta, presidente de Telefónica pues no olvidemos que la operadora posee un 1% del capital del BBVA y que a su vez, el banco con sede social en Bilbao dispone de un 5% de Telefónica.

Estamos ante una batalla política en toda regla. FG fue nombrado presidente de Argentaria por Rodrigo Rato y ayudado desde el Banco de España en la operación de acoso y derribo a Emilio Ybarra y Pedro Luis Uriarte, en lo que se conoció como la españolización del BBVA, y que el PNV calificó en su día como la peperización del BBVA. En cualquier caso, se trata de una batalla en  toda regla entre Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, por la cuota de poder financiero importante cuota- que representa el BBVA. Lo que no deja de tener su gracia, porque catalogar a Emilio Botín y a Pep Oliu como filosocialistas podría provocar feroces carcajadas en su círculo de allegados.