Tras la adquisición del Urquijo por el Sabadell, el SCH también quiere dar el pelotazo. El banco que lidera Javier Marín atraviesa un momento dulce y tiene una red bien extendida por España. Además, en la casa madre, también funciona un equipo de banca privada, que depende de García Candelas. Una caja sería bienvenida, ahora que Jaime Caruana se ha convertido en un pato cojo

Al presidente del Santander Central Hispano le gustó la operación Urquijo, y aún más le gustó el precio que pagó el Sabadell por una entidad dedicada a la gestión de patrimonios, es decir, a la banca privada. Así que don Emilio ha decidido poner en venta su banco privado, es decir, Banif, que tiene mucho más recorrido que el Urquijo.

En la entidad dicen algo que es muy lógico : el Santander, y también Banesto, ya tienen divisiones de banca privada que funcionan a las mil maravillas. Por ejemplo, la de la casa madre, que coordina, al igual que toda la red comercial, Enrique García Candelas. Banif, al mismo tiempo, es una estructura saneada, y si a los gestores de la firma se les unen los de la matriz podremos encontrarnos con un problema terrible: el exceso de materia gris, algo que llevó a la crisis precisamente al Urquijo. La falta de experiencia es tremenda, pero el exceso aún lo es más.

Respecto a lo que representa hoy Banif en el Grupo mejor que nos remitamos a la descripción que hace de sí misma la propia entidad.

Total, que don Emilio quiere hacer caja y ha decidido vender la firma que dirige su ex secretario y jefe de gabinete, Javier Marín. El presidente, cómo no, Alfredo Sáenz, al frente de una red de banca personal bien distribuida por España, especialmente apta tanto para una caja de ahorros que quiera jugar fuerte en gestión de patrimonios como para un banco extranjero que quiera instalarse en España sin partir de cero.

¡Ah!, don Emilio quiere vender Banif con bicho, es decir, con el actual equipo directivo que, hay que reconocerlo, funciona al margen de la entidad. Como decíamos, en la matriz se desarrolla otro equipo paralelo de banca privada y otro de gestión de patrimonios. Por tanto, no estamos vendiendo una ficha.

A 31 de marzo, últimas cifras disponibles, Banif tiene unos recursos de cliente por encima de los 27.000 millones de euros. El margen de explotación alcanza los 21,4 millones, un 54% más que en el primer trimestre de 2005. Está, por decirlo así, maduro para la venta.

Eso sí, las ventas de Botín siempre son muy oficiosas y muy poco oficiales. Se trata de dar el queo en el sector, entre el grupo de potenciales compradores, para crear luego la subasta entre los posibles candidatos. Así se hará también en el presente caso.

Y es que el caso de Banif es bien distinto al de Banesto. Es muy difícil prescindir de un paquebote como Banesto sin que el Santander sufra su marcha. Por otra parte, hay muchos que pueden comprar Banif, pero pocos que puedan acceder a Banesto : pesada digestión.

Por otra parte, en el Santander están pensando en los que abandonaron la pugna por el Urquijo o simplemente la perdieron. Por ejemplo, la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Banco Espirito Santo, Credit Agricole o el mismo Deutsche Bank, siempre deseoso de crecer comprando.

Y recuerden: si alguien sabe vender, ese alguien es don Emilio. Curioso, porque él siempre vende a cambio de dinero fresco, pero compra a cambio de acciones del Santander.

Para Botín, el comprador ideal de Banif es una caja de ahorros. Algo que no agrada a gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, pero no es un argumento definitivo : a Botín le importa poco lo que piensa Jaime Caruana y, en cualquier caso, al gobernador le quedan dos telediarios. Es lo que los norteamericanos llaman, un pato cojo.