El Santander da un viraje: ofrecerá liquidez a Marsans y apoyará su venta a Orizonia. Los hombres G, condenados a jubilarse como empresarios y convertirse en señores de la patronal. Eso sí, de forma interina, hasta que se firme el acuerdo social, luego se abrirá un proceso electoral para refundar la CEOE. El mundo empresarial ya tiene dos candidatos para la tarea: Manuel Pizarro y Claudio Boada

Como diría el fallecido Jaime Campmany, los propietarios de Marsans, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, nacieron con una flor en el culo. Cuando Marsans se desmoronaba y amenazaba con acabar en concurso de acreedores, se han ganado el apoyo de Emilio Botín, que es el rey de los negocios en España y el 'presidente' de las grandes transacciones.

Y no porque el banquero cántabro les tenga ningún cariño a los propietarios de Marsans. De hecho, cuando se hizo con el Central Hispano, Botín expulsó a Marsans como proveedor clásico y les cerró las líneas de crédito.

Sin embargo, años después, Botín, en posición de estadista, y también de prestamista, ha decidido reconsiderar su posición y evitar la quiebra de Marsans. Por una doble vía: no asfixiarle en liquidez -está asfixiada- y propiciar la venta de la matriz del grupo, Marsans, a Orizonia (Viajes Iberia).

La influencia del Santander en Orizonia no es parca, por la vía de Vista Capital. Y la venta puede ser inminente. Además, Rodrigo Rato, nuevo presidente de Caja Madrid, será sensible a las indicaciones del Santander a la hora de ser prudente y no ejecutar el crédito pendiente con Marsans de 26 millones de euros.

Ferrán y Pascual venderán mal, naturalmente, pero al menos habrán dado carpetazo a su carrera como empresarios sin más líos judiciales que los estrictamente necesarios (todavía tienen abierto el de Aerolíneas Argentinas). Y todo según el esquema de Reyal Urbis: nuevos gestores para un nuevo grupo. Si lo quieren de otro modo: se jubilan por la puerta grande.

¿Significa esto que Ferrán y Pascual controlarían la CEOE? No, significa que podrían seguir coordinando la patronal ahora mismo, cara a la reforma laboral y al diálogo social, que debería completarse en este primer trimestre. Emilio Botín considera que las cosas han llegado a un punto en el que no es posible la renovación. Hay que esperar. A partir de ahí el empresariado va forjando las candidaturas. Por de pronto, ya hay dos: la ya adelantada por Hispanidad, Manuel Pizarro, y la que apuntamos ahora, Claudio Boada, actual presidente del Círculo de Empresarios. Desde luego, jamás el ex ministro del PSOE, Javier Gómez Navarro.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com