Fue el Gobierno Zapatero quien animó a Josep Oliú, presidente del Banco Sabadell, participado por La Caixa, a lanzarse contra el BBVA de francisco González. La diferencia de tamaño entre ambas entidades es grandes, pero no se puede olvidar que el consejo del segundo banco del país tan sólo controla el 0,06% del capital. La segunda posibilidad resultaba mucho más creíble. Una OPA conjunta Santander-Caixa contra BBVA en la que se repartirían el botín. El Santander se haría con la red iberoamericana de BBVA y el Sabadell se quedaría con la red española.

Pero Emilio Botín ha dado un giro a la cuestión. No concibe una OPA conjunta, ni con el Sabadell ni con nadie, lo que ha preocupado al Ejecutivo. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, advierte que FG, al que el PSOE considera un peligroso espécimen del PP (se equivocan: FG sólo responde ante FG) puede buscar un caballero blanco en el exterior, sea con HSBC o con cualquier otro. A fin de cuentas, el BBVA es un banco solvente y rentable; sin estrategia, pero muy solvente y muy rentable. Ante esta cuita del Gobierno socialista, Botín siempre suponiendo que no se trate de otra treta del cántabro- ha advertido al Ejecutivo que no acepta una OPA conjunta con el Sabadell, pero que si un banco extranjero opara al BBVA, el Santander respondería con una contraopa. Cuando le responden que el Santander en solitario no puede absorber al BBVA porque juntos coparían el 40% de todo el sistema bancario español contando las  cajas-, Emilio Botín responde que sus cuentas dicen otra cosa. Dicen que la suma SCH BBVA representa el 25% de todo el sector. No nos pregunten cómo ha hecho los cálculos, pero esto es lo que hay.