Según el presidente del primer banco español, Emilio Botín, de viaje por México, aquel país será el eje de referencia del Santander en todo el continente americano. Es cierto que lo mismo dijo en su momento en Argentina, con el Banco Río, y después en Brasil, con el Banespa, pero no hay motivo para desconfiar de la sinceridad de D. Emili la verdad en banca es cambiante. No hay motivo, por lo tanto, para desconfiar de las palabras de Botín. El eje es México, al menos a día de hoy.

Pues bien, el presidente del Santander ha dejado claro que no le importan los cambios políticos en los Gobiernos iberoamericanos, y ha dado a entender que todos los mandatarios cumplen con su papel. No me importa si el Gobierno es de izquierdas o de derechas, lo importante es lo que ha hecho y lo que va a seguir haciendo. Es el final del poder de las ideologías y el comienzo del poder económico. Es decir, el final del poder de los políticos y el comienzo del poder de los empresarios. Los Gobiernos serán gestiernos, y como siempre recuerda don Emilio es su frase favorita-: Lo que no son cuentas son cuentos. A Emilio Botín no le interesa ni la izquierda ni la derecha, sólo el capital, preferentemente el suyo.

Felipe González inventó aquello de la única política económica posible, y fue en ese momento donde debieron comenzar los males. Porque, claro, si lo mismo da la izquierda que la derecha, ¿para qué votar? Es más, si la gestión política tiene el mismo carácter que la empresarial, lo lógico sería que los Gobiernos fueran elegidos por cazatalentos experimentados o por directores de escuelas de negocios, y no por ciudadanos indocumentados y ajenos a la ciencia económica.

Todo muy objetivo, muy científico... la viva imagen de las dictaduras. Todos los dictadores empiezan por ahí, por la tecnocracia.

Eulogio López