Santander Central Hispano (SCH) ha puesto en marcha el proyecto VIDA (Valoración del Impacto del Desarrollo Ambiental). Se trata de un nuevo "rating" medioambiental, por lo que se pretende reducir, o anular, los flujos ficticios hacia las empresas que pongan en riesgo el ecosistema. Siempre políticamente correcto, Emilio Botín sabe que el efecto práctico de esta medida será casi nulo, pero su venta en los medios informativos produce sabrosos réditos de imagen. Eso sí, el SCH no se autolimita ni un adarme a la hora de conceder créditos y mantener relaciones financieras con empresas, especialmente laboratorios farmacéuticos, que atentan contra la vida humana, incluso con clínicas abortistas.