Los fondos de capital riesgo estás mosqueados con el Santander, que ya les ha tomado el pelo en otras ocasiones. Si se ve obligado a lanzar una OPV, el SCH ganará mucho menos. Los franceses de Total esperarán a la salida del banco español para cambiar la denominación social de la empresa

La petrolera francesa Total ha ganado, y por goleada, la batalla de Cepsa al Santander de Emilio Botín. Debe de ser por sus socios árabes de Abu Dhabi, pero el caso es que los franceses se han sentado a su puerta y han acabado por ver pasar el cadáver de su enemigo, la pasada semana la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), exoneraba a Total de lanzar una OPA sobre el 100% de Cepsa. Dicho de otra forma, Total se queda con un 49,5% del capital y, por si fuera poco con el apoyo de su socio del Golfo Pérsico que posee otro 10% del capital de Cepsa.

Es más, sabedores de que tiene la sartén por el mango, los franceses no aceptaron la operación Florentino Pérez de la que ha venido informando Hispanidad. Se trataba de que Unión Fenosa, que ya posee un 5% de Cepsa le comprara a Botín un 30% y llegara a un acuerdo por el que retuviera la gestión de Cepsa, tal y como hasta ahora ha hecho el banco. Sólo que los franceses se han negado.

Ahora bien, Botín obtendrá más dinero si consigue colocar su paquete de un golpe a un solo accionista. Naturalmente, no podría ser un socio industrial, porque no podría competir con Total. Debería ser un socio financiero pero está claro que Botín tiene un problema con los especulativos fondos de capital riesgo. El cántabro es, sin duda, el mejor vendedor que existe en estos predios, pero ya les ha tomado el pelo demasiadas veces. En casos como la venta de AUNA les ha utilizado para marcar precios altos. Por ejemplo, Botín había recibido la orden desde Moncloa de que el conglomerado de comunicaciones AUNA debería ser para France Telecom. Botín obedeció, pero antes echó el anzuelo en los fondos de capital riesgo para elevar el precio de la compañía. Los fondos han aprendido la lección y ahora no quieren colaborar en el caso Cepsa.

En cualquier caso, los franceses se quedan con una joya que ha presidido con encomiable acierto, Carlos Pérez de Bricio. Y mientras el Banco de Santander no abandone el capital, no se tocará la denominación social de la compañía. A partir de ese momento Cepsa podría convertirse en Total España.