Ni el Gobierno ni el nuevo gobernador del Banco de España se opondrían. Eso sí, la absorción del grupo presidido por Francisco González exigiría la venta de activos a terceros, ya fueran bancos nacionales o extranjeros. Mientras FG insiste en su gran fusión; lo que ocurre es que el HSBC no le quiere de copresidente. En el entretanto Ana Patricia Botín crea corrientes de opinión para acelerar la sucesión de su padre

En la mañana del miércoles 26 el Consejero Delegado del BBVA, José Ignacio Goirigoizarri presentaba los resultados del segundo grupo bancario español, correspondientes al primer semestre del año. Lo del BBVA parece una maldición porque, a pesar de contar con una red más activa que la del Santander, las distancias entre ambas entidades se agrandan cada día. Y mientras Emilio Botín absorbe bancos en Europa y vende sus participaciones industriales, FG no logra cerrar ni una sola operación corporativa de relevancia.

Además el hombre que fuera nombrado por Rodrigo Rato al frente de Argentaria, sin ninguna experiencia bancaria, ya no cuenta con el apoyo de Jaime Caruana en el Banco de España. Es, pues, el momento idóneo : el depredador Emilio Botín estudia la posibilidad de absorber a su mayor adversario. De entrada sabe que ni el Gobierno Zapatero, ni el Vicepresidente económico Pedro Solbes al que muchos ya dan por amortizado políticamente- ni el nuevo Gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, pondrían pegas a la operación.

No es la primera vez que el Santander se plantea la operación, pero sí es la primera vez que pasa de la fase de mera sugerencia ¿Cómo es posible que se fusionen dos entidades que representan el 80% del sector bancario español (supuesto mercado de referencia) y casi el 40% del sector financiero global? Pues muy sencillo con la correspondiente obligación de vender activos. Sin ir más lejos, vendiendo Banesto, una pieza apetecible tanto para bancos nativos como foráneos. No, no es una opción imposible, y a Emilio Botín no le disgusta en absoluto. Ni que decir tiene que ambos bancos son espléndidamente complementarios en Iberoamérica, estaríamos hablando del mayor banco hispano del mundo y uno de los más capitalizados del planeta. Sólo pensar en la aportación de Brasil-Santander y México-BBVA al conjunto impresiona bastante.

Al mismo tiempo FG no deja de moverse en Europa pero ya se le conoce como el gafe de las fusiones. Su gran apuesta, el británico HSBC no acepta sus condiciones de quedarse como copresidente del grupo resultante durante un periodo mínimo de dos años.

Pero mientras todo esto acontece, en el Santander también cuecen habas. Ana Patricia Botín, heredera primogénita del presidente y presidenta de Banesto intenta acelerar la sucesión y, sobre todo, reta al Consejero Delegado, Alfredo Sáez, a través de los medios informativos, que no es mala forma. De repente en la City madrileña se habla de presuntos informes de analistas donde se asegura que la cotización del Santander no marcha porque no está clara la jubilación de Botín y el relevo generacional del equipo directivo. Este tipo de rumores supone para Ana Patricia jugar con fuego, pues es sabido que Emilio Botín no se jubilará a menos que le fuercen a ello con una pistola en la sien y que a los sesenta años, se siente de lo más joven. No obstante la operación BBVA no ha sido desechada en la casa madre y lo que está claro es que sólo podría abordarse mediante una OPA realizada por el sistema de canje de títulos. Un método complejo cuando se trata de una operación hostil, pero no imposible. Botín también compró el Abbey por un intercambio de acciones.