• Y encima. Con la visita de Monti y la plana mayor del empresariado italiano, pretende introducir a ENI en Repsol.
  • Algo que el Ministerio de Industria ya le ha dicho que ni lo intente.
  • En paralelo, la presidenta argentina exige la cabeza de Brufau para alcanzar la paz en YPF, pero en Moncloa le aconsejan que pague el robo-expropiación de YPF.
  • Eso sí, la Casa Rosada ha encontrado una brecha en la posición española: Zarzuela presiona para que Kirchner acuda a la Cumbre de Cádiz.
  • Otro dato importante: las relaciones de Repsol con el nuevo presidente mexicano mejoran, mientras Peña Prieto se distancia de Cristina F. de Kirchner.

Inasequible al desaliento, el todavía presidente de Endesa, Borja Prado (en la imagen) intenta echar a Antonio Brufau de la Presidencia de Repsol.

No sólo eso, Prado ejerce como representante de los intereses empresariales (en el caso italiano político-empresariales) y aprovechando la gran Cumbre vuelve a insistir en una alianza entre la italiana ENI y la española Repsol, en otras palabras, comenzar la conquista de la española Repsol por el Gobierno de Roma, tal y como se hizo con Endesa. Eso sí, el Gobierno Rajoy ya le ha dicho que se no está por la labor. Repsol sigue siendo una empresa estratégica.

Prado no duda en utilizar la prensa que controla para su interés. Es consejero de Mediaset (Tele 5) y de Unedisa (El Mundo, Expansión y Marca). Pero en el Ejecutivo Rajoy empiezan a sospechar de él.

En paralelo, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner (CFK) insiste en solicitar la cabeza del presidente de Repsol, como paso previo para alcanzar la paz en YPF. En Moncloa le aconsejan que se tranquilice y que, sin necesidad de cabeza alguna, pague por el robo-expropiación de YPF. Juega de farol doña CFK, porque aún no ha conseguido inversores para desarrollar Vaca Muerta y la compañía languidece.

Eso sí, Kirchner ha conseguido abrir una pequeña brecha en la Administración española. Su Majestad el Rey está empeñado en que Kirchner acuda a la Cumbre Iberoamericana mientras Rajoy prefiere que no acuda: podría armar una de las suyas.

Por cierto, Kirchner ya no cuenta con el apoyo del nuevo presidente mexicano Peña Prieto con el que se han normalizado las relaciones entre el segundo accionista de Repsol y la dirección. A Peña tampoco le gusta CFK.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com