Es el ministro de Defensa, José Bono, quien sostiene a Petra Mateos en la Presidencia de Hispasat, paralizando de esa forma la salida de la Compañía. Recordemos que Hispasat no es sólo un constructor de satélites para uso civil sino, sobre todo, para uso militar. Quien manda, por tanto, es el Ejército español, aunque en su accionariado figuren la multinacional Eutelsat, organismos públicos españoles, como la SEPI o el INTA, y tres empresas privadas, como son Telefónica, BBVA y AUNA, esta última ya en manos de France Telecom, que están deseando vender. El comprador más lógico, y el más interesado, es Abertis, la empresa concesionaria controlada por La Caixa y ACS, pero Petra Mateos se opone: en manos de Abertis, Mateos podría durar más bien poco en la Presidencia. Por eso, Bono presiona a los privados para que no venda, especialmente a la Telefónica de César Alierta. Y mientras, el peligro de que Eutelsat se haga con una empresa estratégica, sigue en pie.

Y es que el ministro Bono, el más popular del Gobierno, cuida mucho a sus empresarios y gestores amigos.