El ministro de Defensa, José Bono, es un monstruo de la comunicación política. Gobbels a su lado sería un simple alumno aventajado. El pasado viernes 4, el Consejo de Ministros aprobaba el "Plan de Igualdad" que incluía medidas para fomentar la presencia femenina en las Fuerzas Armadas (FFAA). Pues bien, don José ha dejado pasar sólo el fin de semana para emitir su orden ministerial, que ha sido publicada en el BOE, hoy martes, 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora. ¡Qué suerte! Lo malo es que debe de compartir honor y fama con el resto de medidas del Plan, también publicadas hoy martes.  

Para favorecer el ingreso de la mujer en las FFAA, se prevé la creación de un Observatorio de la Mujer y un Comité que coordine las medidas. O sea, un poco de humo y de burocracia para los ocios castrenses, con perdón. Pero lo más divertido es que se van a adecuar las instalaciones para mejorar la calidad de vida de la mujer en los cuarteles y se van a instalar guarderías. De hecho, ya hay un plan de 25 guarderías distribuidas por todo el territorio nacional. 

Encajar estas medidas en un plan de "igualdad" no parece muy coherente. Y no lo es porque no puede serlo. Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus. Así de fácil. Por eso, hay que distinguir en las pruebas de acceso, y en las instalaciones y en los servicios adyacentes. Lo malo es que, probablemente, el enemigo no distinga. Y como siempre, los españoles vamos con retraso respecto a los países más desarrollados, que ya han abandonado la estupidez paritaria en los cuarteles, lugar donde la evidencia se impone con mayor realismo. 

Ver a una mujer soldado en primera línea de combate resulta chocante, por la violencia infringida a su feminidad. Miles de mujeres norteamericanas todavía no han conseguido recuperar el equilibrio tras haber sido violadas en la primera Guerra del Golfo por tropas de Sadam Husein. Los americanos dieron marcha atrás y sacaron a las mujeres de los cuarteles. Ahora realizan labores de planeación estratégica, administración, intendencia, jurídica, económica. Todas, menos la primera línea de combate. Pero, nosotros somos muy "progres". Y además, los procesos de reclutamiento no despiertan especial entusiasmo.