La imagen de las fuerzas armadas ha quedado seriamente deteriorada desde que el pasado 6 de enero el teniente general Mena recordara que el artículo 8 de la Constitución prevé la intervención de las Fuerzas Armadas en caso de amenaza para la unidad de España.

El caso Mena fue seguido de otros castrenses que se han solidarizado con el sancionado. El broche de oro ha sido la carta en el Melilla hoy del golpista teniente coronel Tejero alertando sobre los riesgos del Estatut para la unidad de la patria. Todo este ruido ha debilitado la imagen de las FF.AA en general del ministro de Defensa en particular.

Así que Bono se ha puesto manos a la obra y el pasado 20 de enero contrató los servicios profesionales de empresas de comunicación con el objetivo de mejorar la imagen de las Fuerzas Armadas. En realidad se tratan de las subvenciones anuales concedidas por la Dirección General de Relaciones Institucionales de la Defensa para promover un conocimiento y una información eficaz y próxima a los ciudadanos contribuyendo al fortalecimiento del nivel de conciencia de la defensa nacional en la sociedad española. En total, 669.970 euros para mayor gloria de un ministro con aspiraciones presidenciales.