Uno siempre está dispuesto a aplaudir cualquier pescozón a un banquero. Y eso que no tengo hipoteca. Además, es verdad que en España, durante bastante tiempo, los banqueros han resultado una casta intocable (no así los empresarios).

Otrosí. Personalmente, el ex presidente de Caja Madrid siempre me cayó mal. Un tipo exquisito, aupado a la Presidencia de Caja Madrid, tras su paso por el Consejo de Administración, por su amistad con José María Aznar.

Pero mis sentimientos no tienen por qué coincidir con mis razonamientos. El "ejemplarizante", encarcelamiento de Miguel Blesa presenta muchas zonas de sombra. La primera: ¿hablamos de negligencia o hablamos de dolo en la compra del City National Bank de Florida Si pagó más de lo que valía hay negligencia, descuido, error, metedura de pata. Si pagó un sobreprecio con dinero de Caja Madrid para que el comprador le pasara un porcentaje por debajo de la mesa, entonces hay dolo y robo. Por negligencia pecuniaria se puede obligar a una persona a devolver lo que ha hecho perder a terceros o sencillamente destituirle por negado. Pero la pena de prisión supongo que debe estar reservada a quien mete la mano en la caja.

En definitiva, ¿metemos en la cárcel a un banquero, o a cualquier otra persona, ¿porque ha cometido un error o sólo cuando haya cometido un robo Por lo segundo, no hay duda, por lo primero, yo me lo pensaría dos veces. Preferiría que restituyera lo que otros han perdido por su culpa y le expulsaría.

Porque claro, si vamos a encarcelar por errores bancarios, ¿qué banquero, o qué mortal, no ha cometido errores

Máximo, cuando el severo juez Elpidio, que ha abierto la caja de Pandora, con el primer banquero en la trena desde Mario Conde, es el mismo que fue desahuciado por no pagar el alquiler. Es decir, un desahuciado -o expulsado- al que supongo en el mismo universo mental de los de Stop Desahucios que gritan: ¡Matemos a los banqueros! ¡A lo mejor hay que ahorcarlo con las tripas del peor!

Pero, insisto, a lo mejor ha iniciado una renovación bancaria en las cúpulas. Recambio de lo más necesario, aunque lo haya hecho de forma asaz. Por ejemplo, impone una fianza imposible, que ha dado con Blesa (en la imagen) en la trena, por la compra del banco de Florida y decreta libertad provisional por la concesión de un crédito a Díaz Ferrán, consejero de Caja Madrid para la quebrada Marsans. Pues oiga, me parece esto mucho más grave que aquello.

Y más: hasta donde sabemos, resulta que Su Señoría, para hablar de delito societario, falsedad documental y apropiación indebida, utiliza un informe pericial del Banco de España sobre la compra del banco de marras. Es decir, que el instituto supervisor, encargado de la inspección bancaria, no impidió la compra y ahora, la misma entidad, resulta que ve en ello irregularidades de todo tipo. ¿En qué quedamos Como dicen los inspectores de la propia entidad, "el Banco de España no está al margen del Estado de Derecho: está justo por encima".

Si Blesa es encarcelado por negligente, también debería ingresar en el trullo el ex gobernador del Banco de España, Fernández Ordóñez.

Sólo digo que, como empecemos a condenar a todos los banqueros que hayan cometido errores, o que, como consecuencia de esos errores, hayan hecho perder dinero al prójimo, o simplemente devaluado si entidad, mucho me temo que no va a haber penales en España para ingresarlos.

Por otra parte, ver a Luis Pineda Salido (AUSBANC) -condenado por secuestro a mano armada y robo, ese personaje que se dedica a poner querellas a todo quisque salvo a aquellos -pura coincidencia naturalmente- que se anuncian en sus revistas- para pavonearse ante las cámaras de haber conseguido meter en el trullo a Blesa, resulta un espectáculo regocijante, una explosión de luz y de color.

Y ver cómo el sindicato Manos Limpias, dedicado a exactamente a lo mismo que Pineda Salido -interponer demandas- le acoge como abogado -a don Pineda Salido, digo- es algo que aporta calidez a este viejo corazón. Manos Limpias se ha convertido en un denunciador y ya conocen mi teoría de que existen dos tipos de personas: los buenos y los malos, los buenos son los que no ponen demandas al prójimo.

Dicho todo esto:

1. Si lo del juez Elpidio sirve para renovar la gerentocracia bancaria -no por la edad, sino por la herencia de algunos de ellos- bienvenido sea.

2. Si Blesa cometió un robo debe ir a la cárcel. Si Blesa cometió un error debe resarcir a las víctimas, si las hubiere, pero no ir a la cárcel.

3. No pongamos el futuro del país en manos de profesionales de la querella ni de una turbamulta cabreada por la crisis, que busca a alguien para colgar de un árbol... que no es mala definición de lo que ocurre en España.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com