El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Blas Calzada, se despide del cargo (esta semana será sustituido por Manuel Conthe) con un artículo, publicado en el diario Cinco Días, titulado La autorregulación debe ser vigilada.

No deja de ser un extracto de su discurso pronunciado en la Asociación de la Prensa de Madrid, el pasado 16 de septiembre, durante un seminario dedicado a la Directiva Europea de Abuso de Mercado, que puede condenar a los periodistas si sus informaciones influyen en la cotización de los valores. Esta Directiva y su inmediata transposición al ordenamiento jurídico español preocupan al periodismo económico porque puede ser utilizado como una forma de censura a favor de banqueros y empresarios.

Pues bien, Calzada no acepta ni tan siquiera la autorregulación de los periodistas para evitar el uso de información privilegiada. Quiere que esa autorregulación sea vigilada por las autoridades. En definitiva, Calzada ha reinventado la censura de prensa, esta vez en nombre de la libre cotización de los valores en Bolsa.

Por cierto, justo encima del artículo de Blas Calzada aparece otro del periodista Ángel Boixadós, vicepresidente de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), bajo el título Sorprende, despista y confunde. Se refiere a la Directiva, no a Calzada.