El abrazo del oso polar: comenzó su discurso saludando especialmente al Nuncio

El vicesecretario general del PSOE, José Blanco suele abrir sus discursos anunciando de lo que no va a hablar para luego hacer precisamente lo contrario. Este jueves, ante el foro Europa Press comenzó advirtiendo que no iba a saludar a nadie para inmediatamente hacer una excepción con el Nuncio de Su Santidad, presente en la sala. La deferencia, teniendo en cuenta que se encontraban otros embajadores y hasta seis ministros, es notable. Pero se trata del abrazo del oso, y viniendo de Blanco, abrazo del oso polar: la intención no es otra que escenificar una buena relación con el representante diplomático de El Vaticano para lanzar una pulla a los obispos españoles.

Pero esta mañana Pepiño tuvo para todos. Por ejemplo, tras nombrar al candidato John McCain, apostilló: y espero que sea candidato y nada más que candidato. Por primera vez un político occidental se decanta de una forma tan clara por uno de los dos candidatos a la presidencia. Blanco ha intentado forjarse una imagen de gurú de las encuestas en España y, ahora que Obama obtiene una ligera ventaja sobre su rival, parece destaparse apostando a caballo ganador. Hay que advertir que si los estadounidenses dieran la victoria a McCain, este tipo de afirmaciones podrían volverle a pasar factura al Gobierno. Y, al menos, coincidirán dos años en el panorama internacional.

También tuvo palabras para un español que presidió hasta hace poco un organismo internacional y que no concluyó su mandato probablemente porque intuía lo que podía venir. El sutil Blanco es capaz de caer en contradicción con tal de poder desahogarse contra algún dirigente del PP, mejor si es de la era Aznar: unos minutos antes había exculpado al Gobierno Zapatero de toda responsabilidad porque nadie pudo prever la dimensión de esta crisis.